Vacheron Constantin dona el reloj "Chronomètre Royal"
Guardar el tiempo pudiera parecer a día de hoy tarea fácil, algo que damos por sentado, pero la precisión relojera ha sido durante siglos un objetivo sólo al alcance de grandes artesanos y técnicos. Una disciplina digna de llamarse arte.
Muestra de ello es la colección de relojes de bolsillo que con tanto mimo atesora el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec. Una colección que hoy es un poco más grande gracias a la longeva firma ginebrina Vacheron Constantin (la más antigua del mundo, activa desde 1755), que ayer por la noche donó al museo el reloj Chronomètre Royal.
Este cronómetro datado de 1907 es un icono de la precisión suiza. Desde su lanzamiento se convirtió en uno de los primeros éxitos internacionales de la relojería de bolsillo, gracias a su solidez y fiabilidad a prueba de elementos tan propios de la geografía latinoamericana como la altura, la humedad y los constantes cambios en el clima. Es por ello que tanto Brasil como México fueron algunos de los principales países que mandaron hacer por encargo copias del mismo.
Hoy esta pieza histórico se convierte en patrimonio mexicano gracias a una donación que tiene su origen en el compromiso que Vacheron Constantin adquirió el 3 de octubre de 2012 con el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México con la finalidad de revalorizar, mediante estudios técnicos y estéticos, la colección de relojes de bolsillo del Museo Nacional de Historia.
Chronomètre Royal
Calibre 22” en latón dorado
Diámetro de 57 mm en oro amarillo de 18 quilates
130 g de peso
Chatón de oro y un rubí en la rueda central
Esfera de esmalte blanco con números arábigos
Caja exterior decorada con un guilloché de resplandor solar