Tuvieron que pasar 15 años para que Benny Ibarra lanzara un nuevo álbum. A lo largo de ese tiempo participó en varios proyectos teatrales –Vaselina, Jesucristo Superestrella, El hombre de La Mancha– y cinematográficos, siendo Nuestros tiempos el más reciente. Fiel a su estilo musical, pero con muchas cosas por decir, dedicó los últimos años a la composición, producción y grabación de Nacer una vez más, un EP con el que regresa a la escena musical con una faceta mucho más madura.
Entrevista | "Nacer una vez más", el regreso musical de Benny Ibarra

Reunidos una mañana en su estudio, nos invitó a escuchar algunos de los temas que integran este nuevo álbum y nos compartió detalles de su proceso creativo, de los temas que lo inspiran y de las oportunidades que le ha puesto por delante su prolífica carrera en el mundo del espectáculo.
Life and Style (L&S): ¿Cuál fue la parte que más disfrutaste de la realización de este álbum y por qué?
Benny Ibarra (B.I.): El proceso fue colgado, pero creo que era parte del ADN del disco, esa maceración, ese slow cooking, esa manera de decir “la vida está dándome la oportunidad de extender el proceso artístico que más disfruto”, refiriéndome a la producción. Vengo de una tropa de productores. Lo que nos excita, lo que nos llena, es el reto de que no exista nada, de partir de cero y que, de repente, ya tengamos una canción; recorrer todo el proceso hasta que la gente la está cantando.
L&S: ¿Qué es lo que más te inspira para componer?
B.I.: Tengo patrones y temas que me gusta recorrer. Es como una terapia a la que vas y en la que hablas de lo mismo. Simplemente, necesitas estar trabajando en esa historia. Para mí, la cuestión espiritual es importante, el tema del amor de pareja, también el deseo, la parte más animal del ser humano, muy presente en la canción llamada Siente el fuego. También está el tema titulado Somos amor, que no solo habla de tú y yo, sino de este sentimiento abordado de una manera más universal. Hay temas que empecé a explorar desde mi primer disco y que siguen presentes aquí.
L&S: En lo personal, ¿qué representa este disco para ti?
B.I.: Es un triunfo monumental, pues creo que es mi disco más exitoso. No estoy hablando ni de ventas ni de que le guste la gente, estoy hablando de la experiencia personal porque lo hice en el año más complicado de mi carrera y de mi vida. Había muchos temas personales, muchos proyectos, muchos reencuentros, demasiadas cosas sucediendo… Así que terminarlo fue un logro, fue apostar por mí. En cierto modo, es como una carta de reconciliación conmigo mismo como solista.
L&S: ¿Cómo te nutre el teatro musical?
B.I.: De entrada, es mi primer amor. Es donde más crezco como artista, no hay otro ejercicio artístico que desarrolle mejor el músculo interpretativo que estar en teatro. O sea, es como un ejercicio muy godín del arte. Tienes funciones jueves, viernes, sábado y domingo; tienes un horario; tienes que cuidar tu cuerpo; tienes una disciplina; tienes a un conjunto de personas que están compartiendo la historia contigo. Es excitante, es divertido y estoy seguro de que este disco no sería lo que es si no hubiera hecho teatro.
L&S: ¿Cuál es tu relación actual con el Benny de Timbiriche?
Me tomó muchos años hacer las paces con el hecho de que soy Benny de Timbiriche y darme cuenta de que esa es una herramienta liberadora para mi alma, mi espíritu y mi creatividad.
B.I.: Me tomó muchos años hacer las paces con el hecho de que soy Benny de Timbiriche y darme cuenta de que esa es una herramienta liberadora para mi alma, mi espíritu y mi creatividad. De vez en cuando, me reúno con mi grupo infantil, echamos desmadre, bailamos, nos ponemos trajes amarillos con azul y cantamos canciones infantiles a los 50 años y nos pagan un chingo.
Eso es lo que le da libertad a Benny para decir: “Ahora voy a hacer teatro y meterme en la piel de un viejito”. Cada vez que hago eso, me doy cuenta del enorme privilegio; es como meterme de nuevo a la universidad ya estando graduado, ya que me pagan por lo que hago. Sin embargo, independientemente de lo que yo haga, con quién me junté, con quién trabajé o cómo lo haga o produzca, el Benny solista es ese momento en el cual levanto la mano y digo: “Esto es inalterable”.