Una mujer de Reino Unido, llamada Donna Gunner, reveló consumir
Gunner de 51 años dio a conocer esta historia al Daily Mirror, explicó que una lata de dicha bebida era en lo primero que pensaba al levantarse.
Sólo con el consumo de dicha cantidad de refresco,
, lo que equivale a 4.170 calorías.Entre las complicaciones que adquirió por este hábito están, subir de peso, diabetes tipo II y problemas con la presión arterial. Incluso le costó mucho trabajo dejar de beber este producto, llegó a padecer síndrome de abstinencia.
"Sentía sacudidas, dolores de cabeza y ansias como una drogadicta, pero sabía que tenía que cambiar. Mirando hacia atrás, me siento disgustada por la cantidad de dinero que desperdicié y lo que le hice a mi cuerpo", detalló.
Luego de dejar su "adicción",
aunque reconoce que todavía se le antoja tomar dicho refresco.