¿Amas el vino? Entonces esta ruta es para ti
México es un paraíso, tiene hermosos destinos, una diversidad en clima envidiable y los mejores lugares para disfrutar de una deliciosa gastronomía. Dentro de sus encantos existe una ruta inigualable: La Puerta Norte.
Esta no es la típica ruta del vino, para vivirla, deberás trasladarte al norte de la República Mexicana. El recorrido inicia en la carretera de Ensenada, donde los primeros valles se asoman hasta llegar a los viñedos de Don Juan, en el Valle de las Palmas. Tienes que detenerte a degustar su Cabernet Sauvignon, que será un encanto al paladar con sus rasgos frutales y su toque de chocolate amargo.
Valle de Tanamá será tu siguiente destino. Ahí encontrarás las vinícolas Ulloa, Rancho Tecate, San Lorenzo y Tanamá. Ulloa con sus vinos rosados y Rancho Tecate con su Cabernet Sauvignon, Merlot y Nebbiolo, te producirán nuevas sensaciones. Si quieres relajarte, entonces en Rancho San Lorenzo lo lograrás porque podrás disfrutar de albercas y áreas naturales que deleitarán tu vista. En Tecate, la vinícola-boutique Vinos Tanamá te ofrecerá un gran catálogo de vinos de autor.
Ahora toma camino hacia Mexicali y llega al Valle de San Valentín, donde hallarás tres casas productoras de vino:
· Viñedo Rosa de Castilla, en Cuchumá (montaña sagrada de Tecate), con vinos inigualables gracias a la altura en la que se encuentran sus viñedos.
· Casa Veramendi, con tintos de color, de sabores intensos y aromas frutales.
· Viñas San Valentín, sus vinos están elaborados con una sola variedad de uva.
El cierre de la ruta sin duda debe ser en Mexicali. Llega, hospédate y sal a caminar por su Centro Cívico, admira su catedral y el Monumento a los Pioneros. Aquí las noches no serán aburridas porque su oferta en entretenimiento incluye teatros, cines, museos y galerías, además de una amplia gama de restaurantes.
La Puerta Norte sin duda tiene un sello especial, pero lo mejor es que cada paso que des, será recompensado con un buen vino de la región, hoy conocida como la nueva meca enológica. Lo complicado del viaje llegará cuando tengas que decidir qué etiquetas comprar para llevar a casa y compartir con los amigos.
