Salvatore Ferragamo y el regreso de los boy scouts

Los desfiles durante la semana de la moda en Milán son muy consistentes con la marca que representan: si la ropa es conocida por ser futurista y moderna, el espacio es de metal; si la ropa está llena de lentejuelas y se usa más bien para ir de fiesta, el desfile incluye champaña, música y baile. Y Salvatore Ferragamo no es la excepción: la llegada al desfile en la Bolsa de Milán fue ordenada, y el espacio blanco con toques de colores en las paredes, y empezó casi puntual. La estrella de este desfile es la ropa, y no la puesta en escena.

Para la temporada de primavera-verano 2017, Ferragamo propone en su primer desfile desde la salida de su director creativo Massimiliano Giornetti la reinvención del traje, incluyendo versiones con gabardinas con cinturones, otras con chamarras de safari con muchas bolsas, y otras más en texturas poco convencionales. También hay prendas para una generación más moderna, como camisetas oversized y chamarras bomber con estampados de colores. Los looks los acentuaban con pines y parches de colores, lo cual hacía que los modelos parecieran como boy scouts que se iban de campamento (incluyendo un modelo que traía un rompevientos amarrado a su mochila y otro que cargaba una cangurera en la cintura – como si les hubiera empacado su mamá). Pero por separado, muchas de estas piezas conservan su toque juvenil sin verse infantiles, y podrán encajar muy fácilmente en la vida de la mayoría de los hombres.

Continúan los pantalones con pinzas y holgados que hemos visto en Milán esta temporada, así como el uso de sandalias con looks formales. Vamos una tendencia a la vez cuando lo intentemos en nuestras casas. Los modelos que caminaron hoy en la pasarela tienen probablemente mucho más práctica en ponerse todas las tendencias al mismo tiempo que nosotros.