Los secretos del trench coat de Burberry
Pregúntale a cualquier hombre británico que encuentres en un pub londinense sobre los pilares de su orgullo nacional, y vas a encontrar dos nombres en común: Isabel II y Thomas Burberry, dos personajes que llevan 100 años en el inconsciente colectivo, siendo el último
el responsable de la creación del famoso abrigo de gabardina de la firma Burberry.
Ha pasado más de un siglo desde la primera serie creada en 1912 para los oficiales, y la pieza no ha perdido la premisa detrás de su creación, a pesar de la evolución en su proceso de fabricación. Tielocken fue el nombre con el que Burberry bautizó el primer trench coat de la casa, que, en un principio, estaba equipado con un cierre con cinturón y sin botones. Posiblemente, lo más especial sea el hecho de que mantiene la tradición en su fabricación; cada gabardina es confeccionada en Castleford, en el norte de Inglaterra, interviniendo 100 sastres que siguen 100 pasos para su confección.
Pero sería imperdonable hablar de la prenda sin repasar su influencia en la cultura pop. Michael Caine y Alain Delon fueron dos de sus embajadores, durante la década de los 60, dotándola con un espíritu y una identidad. Hoy en día es común encontrar blogs enteros dedicados a hablar de cómo usar los Sandringham, Kensington o Westminster, y más importante aún, sobre quién los está usando: de Douglas Booth a Noah Mills, hoy es un referente del hombre conocedor que se aferra a los clásicos para hacer statements aún más poderosos. El genio detrás de esta reinvención es Christopher Bailey, CEO y director creativo de Burberry, quien pone a un clic cualquiera de estas codiciadas gabardinas color beige. Nosotros nos inspiramos en la Chelsea.
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