Los 4 inventores de la chaqueta contemporánea
Alessandro Sartori
En 2011, Sartori dejó su puesto como director creativo de Z Zegna para incorporarse a las filas de Berluti, la firma parisina que en 1895 se presentó como la maison zapatera artesanal por excelencia. Estamos hablando de Alessandro Sartori, el maestro italiano que, a través de la reinvención completa de Berluti, incorporó innovaciones técnicas a la fabricación tradicional; además, llevó las ganancias de la maison de 30 millones de euros para convertirla en un negocio de 100 sin perder la esencia de la firma. Sartori confeccionó su primer traje a los 14 años en el taller de su abuelo, en Italia, y actualmente desarrolla las colecciones más complejas de Berluti en el legendario taller bespoke de Arnys, en París. La entrega FW16 de Berluti fue su último trabajo para la maison, ya que regresa a Zegna como Director Artístico.
La premisa del sello de Alessandro consiste en crear chaquetas modernas con cortes y materiales excepcionales. Es amante de la double-breasted y la bomber.
Yasuto Kamoshita
En el centro de Tokio se encuentran los headqueartes de United Arrows, uno de los colectivos de moda más representativos del estilo japonés, mismo que en 1989 fundaran Messrs Hirofumi Kurino, Osamu Shigematsu y Yasuto Kamoshita, quien es conocido de Japón a Italia no sólo por su reconocible sentido del estilo -inspirado en la década de los 60 y en el impacto del estilo occidental en el Japón de la época-
retratado en docenas de fotografías de street style, sino también por ser una de las voces más respetadas en la industria del menswear. Entre sus planes estaba convertirse en arquitecto, camino que dejó para integrarse a Beams -otro referente japonés- en el área de retail. La basta experiencia como comprador de Beams y United Arrows lo llevó a tomar el papel de director creativo de la segunda -en la división de hombre-, y a fundar Camoshita, su propia firma. Yasuto describe su estilo como un tributo al Ivy League occidental, y a personajes como Belmondo y Gainsbourg, referencias que permearon en la estética de Camoshita.
Siguiendo el corte característico del sur de Italia (soft-shouldered) Kamoshita cree que no hay pieza de estilo más poderosa que
un blazer double-breasted.
Thom Browne
Posiblemente, una de las aportaciones más grandes que Thom Browne le ha dado a la industria del menswear, especialmente al americano, es haberle puesto saco a sus hombres (una chaqueta ajustada con estructura vertical). En 2001, después de haber trabajado en los talleres de Ralph Lauren y Club Mónaco, Browne fundó su firma con un modelo en mente: Thom Browne. De la misma manera que con su look distintivo, las colecciones de Browne tienen un punto de encuentro atemporal: trajes con pantalón arriba del talón (tan cortos como sea posible seguir llamándolos pantalón) con un saco corto y ajustado, con hombros marcados. La visión del diseñador de Pensilvania está estrictamente ligada a la sastrería tradicional, con un giro inesperado que, por momentos, incluso podría ser considerado como subversivo e irreverente.
Ya sea en una gabardina peacoat o en un blazer de dos botones, resulta fascinante encontrar los elementos insignia de la marca (flores y las líneas rojo, blanco y azul).
Umberto Angeloni
Se trata del hombre que puso en el mapa más alto del lujo masculino a la firma Brioni, y quien ha sido nombrado en más de una ocasión como el hombre mejor vestido (sus retratos de street style durante las ediciones del Pitti Uomo sirven como evidencia). Hoy, Umberto Angeloni funge como CEO de Caruso, la firma italiana que fundara en 1958 Raffaele Caruso en Sorogna, Parma, y que puede presumir de tener bajo su control las operaciones de la Fabbrica Sartoriale Italiana. Si bien es cierto que el genio de Angeloni no tiene bajo su mando la dirección creativa de la marca, sí lo es la nueva dirección estética y de negocio por la que atraviesa Caruso que decidió ponderar a la marca en un lugar inesperado, alejado del lujo como lo conocemos y más cerca de los fundamentos de la profesión del sastre (una suerte de antiglamour). Caruso desarrolla 4 mil prototipos al año, realizados por 30 especialistas, quienes pueden pasar hasta 15 minutos sólo cosiendo un botón.
Siguiendo métodos meticulosos en la construcción de sus sacos, así como tecnología combinada con un savoir-faire de tradición, sus piezas son huella del saber hacer italiano.
Este texto pertenece a la edición impresa de abril de 2016 de Life and Style .
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