Después de despertar con la inesperada noticia de la defunción del inglés David Bowie, Christopher Bailey, diseñador jefe de
, decidió rendir homenaje al cantante más apegado al mundo de la moda, desde su andrógino álter ego de Ziggy Stardust
Después de esto, comenzó el desfile bajo el título Something old, something new, something borrowed, something blue, haciendo una analogía con la nueva etapa que está comenzando la marca al fusionar sus líneas
–ropa de pasarela–, –básicos atemporales–, y –la parte juvenil–. Así, crearán un sólo concepto en el que los clientes ya no tendrán que dividirse en estilos y todo será una parte consistente del unificado mundo de Burberry.
La colección mostró esta nueva fusión inspirándose en los abrigos, tan característicos de la marca, haciendo un recorrido comenzando por el emblemático trench coat, pasando por parkas, bomber jackets, sacos de lana y abrigos de inspiración militar hasta llegar a las chamarras deportivas que se combinaron a la perfección con las siluetas más formales.
Es así como Burberry decidió mostrar esta nueva fase y dejar claro, de paso, que en este caprichoso mundo de la moda la marca que no se renueva se queda obsoleta.
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