AVISO: Esta es una nota humorística, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. O no.
Lo hemos dicho mil veces y nunca nos cansaremos de repetirlo: los zapatos constituyen toda una declaración de estilo. Aparte de ser una de las cosas en las que se
Así es, son tus anclas con la tierra, tu único punto de unión con ésta. Es por ese preciso motivo que debes escoger sabiamente qué vas a calzar, ya que, en cierto sentido, te definirá.
Workboots: práctico
No hay nada más masculino que un hombre ataviado con un sólido par de botas de trabajo. Ya sean las rebeldes
, las aventureras , las duras o las elegantes , éstas evocan a alguien al que no le importa ensuciarse las manos (ni los pies) si es por trabajo. Nunca sabes cuando tendrás que ayudar en una mudanza, construir una casa de madera o pasar unos días en la montaña... Pero para ti eso no supone ningún esfuerzo, con la tracción apropiada y esta armadura en los pies serías capaz de cortar un bosque entero de secuoyas.
Tenis deportivos: deportista
Te jactas de tu estilo deportivo y casual. Quizá le recuerdes al resto (varias veces durante el día) las horas que estuviste ayer en el gimnasio o los kilómetros que corriste, enseñando la ruta en tu enésima app de monitoreo de running. O quizá no. Pero lo que está claro es que el narcisismo está entre los adjetivos que te definen y tu salud y cuerpo te importan de forma notable. Está bien, la realidad es que, salvo en casos concretos, hoy los tenis deportivos también están permitidos en el día a día y no sólo cuando ejercitas. Estamos pensando en unos
e incluso en algunos modelos de . Eso sí, olvídate de esos colores brillantes y de esas escamas reptilianas, te lo pedimos por favor.
Tenis de calle: cómodo
Lo mejor de ambos mundos y un básico para todo hombre que sabe que la comodidad es importante en el día a día. Los colores neutros y discretos te pueden ayudar a integrar tus tenis en un atuendo casual y hacer todo un statement de estilo. Con unas de éstas podrás caminar durante horas sin sacrificar tus pies y proyectas una profunda imagen de seguridad en ti mismo. ¿Ejemplos de ello? Las
o las comodísimas .
Oxfords: profesional
Nada te identifica más como profesional dedicado a su trabajo en cuerpo y alma que unos oxfords. Todo un básico masculino para asegurar formalidad, estos zapatos no te fallarán jamás. No obstante, pueden llegar a denotar que eres alguien sin mucha imaginación aunque de una seriedad indiscutible.
Monkstrap: ejecutivo
El giro perfecto que necesitaban tus oxfords a través de unas simples hebillas. Estos zapatos aseguran al resto que posees poder a la vez que una personalidad arriesgada de apostador. Si no estás en lo más alto de la escala corporativa, estás a punto de estarlo. Eres todo un tiburón de los negocios, si nos permites la expresión.
Desert boots: estiloso
Pensadas para los oficiales británicos durante la II GM, estos cómodos zapatos formales se volvieron muy populares durante los años 50. También conocidas como chukkas, su creador y fabricante por excelencia es
. Sin lugar a dudas, estas botas, insignia de los mods en los 60, transmiten un aura de formalidad casual que pocos otros zapatos poseen. Con unas de estas en los pies estás afirmando tu estilo atemporal de una forma contundente, tanto como tus pisadas.
Chelsea boots: retro
Ah, los gloriosos años 60. Las chelsea boots fueron puestas de moda al ser llevadas por el primer grupo de masas de la historia: The Beatles. Un increíble zapato con cierre elástico y tacón cubano que, lamentablemente, cayó en el olvido y el ostracismo durante casi cuatro décadas. Finalmente, la moda les ha hecho justicia y han vuelto para quedarse. Perfectas si eres un elegante dandy amante de lo vintage y si crees que todo tiempo pasado fue mejor.
Náuticos: preppy
Aquí hablamos de preppy, la versión americana y elegante del mirrey. Los
eran el tipo de calzado perfecto para los marinos, caracterizados por una gran tracción que evitaba resbalones en cubiertas mojadas. Conforme pasó del tiempo, tras ser utilizados por John Fitzgerald Kennedy en sus vacaciones, pasaron a ser elegantes y frescas alternativas a los mocasines. Así que si llevas unos de estos, probablemente sepas de moda y goces de un buen nivel socioeconómico.
Mocasines: mirrey
Ahora sí hablamos de mirreyes, y esperamos que nadie se ofenda... Los mocasines son aquel tipo de zapato formal sin cordones que suele encontrarse en los pies de alguien que luce un polo Ralph Lauren, bebe "cubabys" y lleva el pelo peinado hacia atrás con gel. Obviamente, no somos nadie para juzgar, pero las cosas son como son.
Slip-ons: juvenil
Este es el súmmum de la comodidad y nos recuerda siempre a aquellas tardes que pasábamos realizando trucos con una patineta. Afortunadamente, existe una tendencia donde los slip-ons como los de
han pasado del concreto a las pasarelas y ya no implican tanto a un hombre maduro tratando de ser un joven skater. Aún así, suponemos que algo de ese espíritu urbano sigue ahí y si los llevas, y que no te encanta enfrentarte al paso de los años. ¿Huyes del compromiso? Tampoco diremos tanto.
Sandalias: hippie
Sólo hay dos situaciones en las que te está permitido calzar unas sandalias: en una
o durante tus vacaciones en la (nótese que hablamos de sandalias de cuero y no de esas irreverentes flip-flops de plástico). Es por eso que si sales a la calle con unas puestas o se te ocurre aparecer en el trabajo con ellas, nos harás pensar a todos que no te importa demasiado lo que te rodea ni la vida en general. Así es, puede que tengas un espíritu libre pero hay límites que no debes cruzar si no quieres acabar convirtiéndote en un ermitaño.
También podría interesarte |
|
|