Los elementales de Sherlock
Versiones, reversiones, adaptaciones y actualizaciones. El Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle ha sido un icono de estilo desde su primera novela, Estudio en escarlata (1887). Se trata de un personaje tan atemporal que ha pasado de la época victoriana a tener un smartphone en un suspiro para la reciente serie Sherlock de la BBC. Incluso productos como pipas, camisas y té fueron vendidos con Holmes como reclamo publicitario en la época de Conan Doyle.
Les damos 5 tips de estilo para que capten la esencia del investigador. Eso sí, lo de resolver casos a lo freelance lo dejamos a su responsabilidad, en Life & Style no queremos que nadie se meta en problemas
1. Gorras de cazador en la ciudad no.
En primer lugar, Holmes no iba por Londres con un Deerstalker y una capa. El gentleman británico no seria bien visto socialmente con una gorra de cazador rural, el teatro y cine popularizaron demasiado el accesorio. En la ciudad, el urbanita se cubría la cabeza con sombreros de copa o bombines.
2. La pipa redonda
Sherlock no fumaba sólo en una pipa esférica, calabash pipe como la llaman los expertos. Tanto Sherlock como su fiel Watson eran fumadores empedernidos de algo tan poco dañino en la época como el tabaco. Ambos también fumaban puros o cigarrillos.
Recomendamos muy poco sus otros vicios, ya que también usaba cocaína inyectada y opio. Preocuparás a tu familia tanto como el Dr. Watson lo estaba por su compañero.
3. Nunca fue un bohemio sucio y excéntrico
Versiones como las terribles películas de Robert Downey Jr. nos lo muestran como un bon vivant vestido estrafalariamente. En el Perro de los Baskerville Watson lo describe como alguien “con hábitos de limpieza de gato”. Ser un genio en la resolución de crímenes no implica estar desarreglado, señores.
4. Always tweed
El tejido de lana escocés es la opción anglosajonamente indicada para ser elegante. Caliente e ideal para la lluvia de la capital del Reino Unido y, bueno, para la del DF también. Aquellos fans fieles de verdad, échenle un vistazo al patrón de tweed que el Museo de Londres hizo en colaboración con Christy’s especialmente para honrar a Sherlock.
5. Bastón = Elegancia
Un bastón aporta clase, pero también puede resultar un arma mortal en las manos apropiadas. Holmes es un experto en el arte marcial japonesa del bartitsu, un par de golpes bien dados y cualquier atacante puede ser derribado. Ah, y si el bastón no es suficiente, nunca va mal tener un revólver a mano para capturar criminales.