Los peores looks de los Grammys

Se entiende que cada artista tiene su propio estilo y que el Rock&Roll siempre va contra las reglas pero hay ciertas líneas que ningún hombre debe cruzar. Y, menos, cuando ya no está en sus veintes. No importa cuántas buenas canciones hayan escrito, cantado o producido... un poco de esfuerzo para lucir bien vestido y elegante no le hace mal a nadie.

Este año los que se llevan el premio al peor look son:

Jeff Lynne

Su vibra sigue siendo de artista y músico pero no tiene que traducirse en traer al evento un saco que ya se ve un poco viejo y maltratado. Por otro lado, que el pelo en la cara se le vea bien, con eso que la barba está de moda, no quiere decir que el pelo también tenga que traerlo sobre la frente, casi dentro de los ojos. El look a la despreocupé ya no le queda: que  eso se lo deje a los nuevos. 

Dave Grohl

El fundador y vocalista de los Foo Fighters sigue insistiendo en su look de “ chico rebelde” que ya no le queda como antes: a sus 46 años ya es un poco grande para este estilo. El pelo largo lo hace ver desaliñado y descuidado, por lo que le sugerimos que a la siguiente le eche un poco más de ganas a algo, aunque sea al pelo.

Carlos Vives

Felicidades al señor Carlos Vives por su Grammy pero no por su elección de traje. Tal vez tenga que cambiar de sastre porque le quedaba muy ajustado. El moño le hubiera ido mejor para la ocasión a su esmoquin, pero buen,o tomando en cuenta el ambiente de los Grammys le perdonamos la corbata... Pero ni así lo ejecutó bien: el nudo era demasiado grueso. 

Keith Urban

Negro sobre negro suele ser una elección muy elegante. En este cas.o el cantante country exageró con su playera de cuello en V negra que parece de tianguis. Lo peor: su pelo demasiado alaciado. Creemos que tardó más tiempo en peinarse que su guapísima esposa Nicole Kidman, que seguro no lo vio antes de salir de su casa... Porque lo hubiera regresado a cambiarse.

SIA

Apenas  le podemos poner cara a esta increíble cantante:  con ese casco de pelo blanco que le cubre la cabeza no sabemos siquiera si es hombre o mujer quien se encuentra debajo. Y nos hace recordar al ridículo fashion statement de Björk en los Oscar de hace unos años, con su vestido de cisne.