El factor Laporta
La elección de Laporta, con el que tiene una buena relación, ha pesado en la balanza y, desde su vuelta a la presidencia azulgrana, el mandatario se ha centrado en retener a su estrella, a pesar de su contrato estratosférico revelado en febrero, que ha tenido que adecuar a la dura situación financiera del Barça.
Pero lo más importante es la mejoría en el proyecto deportivo en la última temporada y de cara a la próxima.
Con Ronald Koeman a los mandos, el Barça ha fichado al gran amigo de Messi, Sergio Agüero, y un delantero centro puro con Memphis Depay, a los que se une la eclosión de jóvenes como Ansu Fati, Pedri o Riqui Puig, para volver a poner al Barça en primera línea.
Ciertamente, la pasada temporada también tuvo algunas decepciones deportivas: la eliminación por el PSG en Champions (4-1, 1-1), o el haber dicho adiós a la Liga en su recta final...
Pero, en medio de todo eso, Messi volvió a mostrar su compromiso con el Barça firmando una nueva temporada para la historia.
Volvió a ser el mejor goleador del campeonato español (30 goles en 35 partidos), superó al 'rey' Pelé como el mejor goleador de la historia en un único club, y se convirtió en marzo en el jugador que más veces ha vestido la camiseta azulgrana por delante de los 767 partidos de Xavi Hernández.
La prensa se hizo eco a principios de semana de lo que podría incluir su renovación. Este nuevo contrato supondría una prolongación por dos años en el Barcelona y después una salida hacia la MLS, al Inter de Miami, para acabar su carrera como jugador y seguir representando los intereses del club catalán en el extranjero.
Pero la incertidumbre sigue corroyendo a los aficionados azulgranas, que ven a su estrella quedarse libre, mientras decide si se queda o se va.