¿Cuánto sexo es demasiado?
El sexo es algo que al principio de una relación resulta constante, compulsivo y, cómo no, mágico. No obstante, con el tiempo, ese encanto puede llegar a desvanecerse porque, al fin y al cabo, estamos hablando de reacciones químicas en el cerebro que fisiológicamente no pueden durar eternamente. De hecho, no por nada existen numerosos monólogos y películas que se quejan de que en la vida matrimonial el coito brilla por su ausencia.
Pues bien, en un afán de la ciencia por cuantificar algo tan subjetivo como puede ser la duración de esa sensación, la Universidad Carnegie Mellon de Pittsburgh, EUA, realizó un estudio para descubrir si tener demasiado sexo perjudicaba el apetito del mismo. Teniendo en cuenta que la pareja promedia tiene un mínimo de una relación sexual por mes y un máximo de tres por semana, se separó la muestra de parejas en dos grupos. Al primero se le pidió que duplicara ése ratio y al otro que mantuviera sus hábitos normales.
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Efectivamente, tras unas pruebas de 3 meses estudiando a los sujetos quedó demostrado que quienes las habían incrementado cada vez tenían menos ganas de hacerlo. Sin embargo, uno de los autores del experimento, George Loewensteinm, argumentó que se trataba de algo normal y que en ello influía la obligación y el hecho de ser observados.
Por lo tanto, la cantidad de veces que tengas sexo no tiene por qué influir para nada en el placer que sientas. Lo que puede llegar a afectar de verdad es pensar demasiado en la cantidad de veces y no en su calidad. La conexión entre ambos es lo que importa de verdad según los sexólogos así que, como se repite siempre, los preliminares son lo más importante debido a que, a riesgo de sonar todavía más estereotípicos, cada pareja es un mundo. Como consejo, te recomendamos que dejes de reflexionar tanto y disfrutes de uno de las actos más sagrados que hay en esta dura vida.
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