Bleu de Chanel es uno de esos aromas que han logrado permanecer en el imaginario masculino desde que Jacques Polge lo formulara en el año 2010. Con notas amaderadas y cítricas, Polge logró traducir el idioma del color para capturarlo en un frasco elevado a buque insignia de la casa fundada por Gabrielle Chanel.
Bleu de Chanel: La materialización de un nuevo azul

Por todo esto, el reto de reimaginarlo para retar los límites de la masculinidad en un concentrado que capture todos los deseos, visiones y nuevos comienzos de los hombres de hoy solo podía ser afrontado por otro miembro de la dinastía Polge: su hijo Oliver.
Majestuoso, intenso y sofisticado, el nuevo perfume de Chanel L’Exclusif es un complejo extracto producido a partir de materias primas tan extraordinarias como el sándalo de la isla de Maré. Tal composición merecía ser acompañada de una botella cuyas líneas capturaran su infinitud.
La responsabilidad de su diseño recayó sobre Sylvie Legastelois, directora de creación de empaques e identidad gráfica de la maison. “La escala del desafío que Olivier se propuso realmente trazó el camino para mí. Me dije a mí misma que el frasco debía reflejar la potencia de este extracto. Necesitábamos algo específico con una forma e identidad muy fuertes que ofrecieran una expresión visual clara de la concentración de la fragancia, ya que el nombre por sí solo no lo sugeriría”, relata Legastelois.

Tomando como inspiración los tinteros de antaño y la resonancia espiritual de las palabras escritas con esa tinta, Legastelois bocetó un frasco que también transmitiera misterio e intensidad. “Quería que el diseño fuera intrigante: que alguien pensara inicialmente que es el mismo frasco que antes, y que luego se diera cuenta, tras una observación más atenta, de que todo es diferente. Me gusta cuando las cosas no son inmediatamente obvias, cuando no todo se revela de inmediato”, añade.
Los biseles, las columnas, la distribución del vidrio y la base delimitan un cuadrado perfecto cuya silueta fue nutrida por las casas proyectadas por el arquitecto japonés Tadao Ando. “En cuanto a las formas, pensaría más en su obra y su forma de componer con cajas, haciendo que los volúmenes y los materiales interactúen y jugando con la relación entre el interior y el exterior”, explica.
Este Bleu de Chanel se acerca más a los azules de Soulages, conocido por su outrenoir y sus azules de extraordinaria intensidad: profundos y conmovedores
Al hablar del tono –un azul demasiado azul para ser negro, pero demasiado negro para ser azul–, el nombre del pintor francés Pierre Soulages sale a colación. “Este Bleu de Chanel se acerca más a los azules de Soulages, conocido por su outrenoir y sus azules de extraordinaria intensidad: profundos y conmovedores”, matiza. Y es así, como si de una escultura se tratara, como esta botella imprime su corporeidad a un aroma que Legastelois define como concentrado, intenso y sofisticado.