En un mundo en el que el estilo personal habla más que las palabras, la casa francesa Louis Vuitton eleva la experiencia del lujo con Mon Monogram, un servicio que transforma el arte de viajar en una declaración de identidad. Lo que alguna vez fue una forma práctica de distinguir baúles en terminales y estaciones, hoy es un gesto de sofisticación que refleja carácter, herencia y autenticidad.
Louis Vuitton: estilo con firma propia

Disponible tanto en línea como en tiendas seleccionadas, Mon Monogram permite personalizar algunos de los íconos más deseados de la maison: el clásico Keepall, la mochila Christopher, el bolso OnTheGo, portapasaportes, equipaje con ruedas, estuches de viaje y otros accesorios de marroquinería.
Los clientes pueden elegir sus iniciales, combinarlas con franjas de colores exclusivos o añadir parches inspirados en estilos históricos como la Belle Époque o el Art Nouveau.
Cada diseño es único, pensado para acompañar con elegancia los trayectos de quienes aprecian los detalles que hacen la diferencia.

La confección se realiza por encargo, en los talleres de Louis Vuitton en Francia, utilizando impresión digital en tres capas que garantiza colores vibrantes, durabilidad y precisión.
En solo tres semanas, el cliente recibe una pieza que no solo cumple una función, sino que se convierte en una extensión de su estilo y de su historia personal.
Más que un servicio, Mon Monogram representa un ritual contemporáneo: el arte de marcar con intención aquello que nos acompaña a donde sea que vayamos. Porque cada viaje comienza con un destino, pero también con una firma.