Para celebrar el 20 aniversario de una colección que marcó una época, Louis Vuitton lanza reediciones de las piezas creadas de la mano del artista contemporáneo Takashi Murakami.(Cortesía)
Cuesta creer que han pasado 20 años de aquella colaboración orquestada por Marc Jacobs –entonces director creativo de la maison– entre Takashi Murakami y Louis Vuitton. Aquel fue un momento trascendental para la cultura pop y el coleccionismo del siglo XXI, por lo que la casa francesa emblema del lujo ha decidido hacer una reedición alegre y festiva que reimagina y actualiza la colección original.
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Conformado por más de 200 divertidas e inspiradoras creaciones, el proyecto funciona como un escaparate actual para un vínculo creativo duradero, definido por la visión artística, las notables hazañas de artesanía tradicional y la tecnología de punta. Esta última permite una mejor definición de la aplicación impresa, así como una reproducción más vívida de los colores de Murakami y una precisión de cada uno de sus personajes y motivos.
Desde luego, en esta nueva colección no podía faltar el Monogram Multicolor –la reinterpretación caleidoscópica que Murakami propuso en aquel acercamiento con la firma y que constituyó la primera modifi cación en su historia– que se aplicará a una amplia gama de piezas de marroquinería y accesorios.
También estarán presentes el Superflat Panda y el Superfl at Garden, todos representados meticulosamente en piezas que van desde cinturones, bucket hats, gorras, lentes de sol, tenis y pañuelos de seda hasta fundas para pasaporte, bolsas de viaje, maletas, una patineta e, incluso, un baúl hecho sobre pedido, que contiene 33 bolsas Speedy.
Cartier
Más allá de meros instrumentos de medición, los nuevos relojes Baignoire de Cartier ponen la técnica al servicio de la estética para alcanzar nuevos niveles de excelencia.(Cortesía)
Los orígenes del reloj Baignoire de Cartier se remontan a 1912, año en que la maison creó una caja rectangular con los bordes redondeados. Hacia 1958, dio otro paso en su evolución, pues se decidió curvar ligeramente la caja para que se adaptara mejor a la muñeca. Fue finalmente en 1973 cuando recibiría oficialmente el nombre de Baignoire, dado que su silueta recordaba la forma de las tradicionales bañeras esmaltadas de porcelana que abundaban en Europa a inicios del siglo XX.
Sus señas de identidad –un cristal abombado, una esfera en la que destacan los números romanos y un bisel con forma de una cinta lisa de oro– se mantienen hasta nuestros días, sin embargo, recientemente se ha sometido a un cambio de escala que lo ha miniaturizado. La pureza de las líneas, la precisión de las formas redondeadas y la exactitud de las proporciones se han conservado para dar vida a nuevas versiones que se mantienen tan atemporales como sus predecesoras.
Oro amarillo, rosa o blanco con pavé fueron los materiales elegidos para que los artesanos de la casa demostraran su maestría y exploraran nuevos terrenos creativos. “Dado que Cartier es joyero antes que relojero, un reloj Cartier desdibuja las fronteras entre estos dos ofi cios fundadores y permite destacar lo mejor de ambos”, asegura Marie-Laure Cérède, directora creativa de joyería y relojería de la casa francesa. Indiscutiblemente, el reloj joya por excelencia vuelve con más fuerza que nunca.
Le Labo
Manteniéndose fi el a su objetivo de crear una revolución aromática en el mundo de la perfumería convencional, Le Labo presenta Eucalyptus 20.(Cortesía)
Conocida globalmente por la creación de fragancias omnipresentes, como Santal 33, Rose 31, Bergamote 22 y Baie 19, la casa neoyorquina de perfumería Le Labo da la bienvenida a Eucalyptus 20, una nueva adición a su colección de clásicos genderless.
La fuente de inspiración fue un paraje vasto y remoto donde los más aventureros podrían internarse durante semanas sin la posibilidad de cruzarse con otra alma. Ahí, entre dunas de arena rojiza y kilómetros interminables de cielo, un solitario árbol blanco domina el horizonte con sus hojas plateadas que protegen del sol y del calor distintas plantas rodadoras, así como a cualquier criatura que desee refugiarse en su pequeño oasis.
Este eucalipto, con sus notas frescas, se mezcla con cedro, cuero del ládano, almizcle y olíbano para extender a todos una invitación a la desconexión. “Nuestra más reciente creación, Eucalyptus 20, es una oda a las profundas posibilidades de vagar. Ya sea en medio de la vasta belleza de la naturaleza, entre la arena árida y el cielo infinito, o al alejarte del camino más transitado, es una invitación a abrazar lo no planeado y lo desconocido.
Esperamos que te recuerde los descubrimientos llenos de alma que se encuentran más allá de los límites de lo familiar… y que, a su vez, abra dimensiones inexploradas de tu verdadero yo”, explica Deborah Royer, presidenta global y directora creativa de la casa.