La orfebrería, ese mágico oficio que transforma metales y piedras preciosas en envidiables joyas, ha encontrado en los mundos de la flora y la fauna una inagotable fuente de inspiración a lo largo de su historia.
Selección natural: la alta joyería se inspira en la delicadeza de la fauna
Basta hacer un repaso a las colecciones más recientes presentadas por las principales casas de joyería para confirmar el afán de sus directores creativos de capturar el carácter delicado y efímero de la naturaleza.
Los escarabajos, símbolo de renacimiento y defensa, han formado parte del imaginario de Pomellato desde los años 70, y la colección de anillos Scarabeo –con sus curvas suaves y volúmenes generosos–, son un reflejo de la visión audaz de Vincenzo Castaldo, su director creativo.
Imposible no mencionar el mítico broche Bird on a Rock de Tiffany & Co., creado por Jean Schlumberger a finales de los 50 y que hasta nuestros días sigue siendo una referencia en los diseños de la firma.
Por su parte, Caroline Scheufele, directora creativa de Chopard, recreó las siluetas de cisnes y mariposas en diseños pertenecientes a la Red Carpet Collection presentados sobre la alfombra roja de la última edición del Festival de Cine de Cannes.
Finalmente, Lucky Springs, una de las colecciones insignia de Van Cleef & Arpels, atrae la buena suerte con figuras de catarinas, lirios y flores de ciruelo creadas con madreperla, ónix y cornalina que se incorporan a anillos, collares y pendientes.