La idea de probar un producto antes de comprarlo ciertamente no es nueva al día de hoy, pero a principios de la década de 1920 fue una iniciativa revolucionaria que convirtió a Kiehl’s en uno de los establecimientos favoritos de los neoyorquinos.
Todo comenzó en Nueva York con Kiehl’s
De un boticario de finales del siglo XIX a marca reconocida mundialmente, Kiehl’s rinde homenaje a sus orígenes con una decidida visión de futuro.
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Localizada originalmente en la esquina de la Tercera Avenida y la Calle 13, esta botica, que abrió sus puertas en 1851, fue adquirida en 1894 por John Kiehl, un incansable farmacéutico que se hizo cargo del negocio por casi 30 años.
Sucedido por Irving Morse, Kiehl’s fue un establecimiento que innovó ofreciendo una amplia gama de productos, etiquetándolos con información sobre los ingredientes que contenían y creando fórmulas icónicas, como el Calendula Herbal-Extract Toner, la Blue Astringent Herbal Lotion –favorita de Andy Warhol– y el Lip Balm #1 que siguen siendo algunas de las más vendidas de su portafolio.
La colección Dermalogist Solutions fue creada en 2005 para brindar soluciones avanzadas a problemas específicos del cuidado de la piel.
Tomando inspiración de la naturaleza y respaldándose al máximo en la ciencia, la oferta de Kiehl’s al día de hoy se adapta a los requerimientos de la vida actual, permitiendo a sus clientes descubrir, a través de consultas personalizadas, cuáles son los productos adecuados para sus necesidades.
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