Timothée Chalamet, el perfecto embajador

Actualmente se prepara para interpretar a un joven Bob Dylan en A Complete Unknown, filme que ha generado gran expectativa. Su gusto por la literatura y la filosofía, su pasión por la música y su visión arriesgada de la moda son, sin duda, razones de peso para haber sido elegido como imagen de uno de los aromas masculinos más exitosos de la historia. En esta entrevista explica cómo se siente al respecto.

¿Por qué era este el momento correcto para convertirte en el nuevo embajador de CHANEL?

No tuve que convencerme a mí mismo de nada cuando me pidieron ser el nuevo embajador de BLEU DE CHANEL. Esta decisión no fue distinta a la de aceptar hacer una película. Soy afortunado de estar en un punto de mi carrera en el que tengo la oportunidad de curar y elegir los proyectos que me despiertan pasión. Cuando tantos dedos de la mano se acomodan en el guante, la decisión es obvia. Te emocionas de inmediato y vas por todo.

¿Cómo ha influido descubrir la conexión que tiene CHANEL con el mundo del cine en la importancia de esta colaboración?

Soy una persona apasionada por el cine y la actuación, por lo que colaborar con una marca de moda y belleza que tiene una vasta y sustancial historia con el cine significó mucho para mí. Por si fuera poco, CHANEL me ha dado una increíble oportunidad creativa para trabajar en un cortometraje inspirado por BLEU DE CHANEL y dirigido por Martin Scorsese, el más grande autor estadounidense vivo de nuestra época.

La filosofía de BLEU DE CHANEL está arraigada en la idea de convertirse en alguien que no se apega a los límites ordinarios impuestos por la vida y que observa más allá de lo visible para evolucionar. ¿Resuena esto con tus propias ideas o ideologías?

Para mí, la idea de convertirse gira en torno a una aspiración continua de ser dueño de uno mismo. Hay algo poderoso en el hecho de vivir como nuestro mejor y más auténtico ser, y manifestando lo que queremos dentro y fuera de nuestra vida o incluso en una tarde específica , una micromanifestación.

¿Hay algún recuerdo o aroma de tu infancia que permanezca en tu memoria?

Durante mi infancia, mi hermana tomaba clases de ballet en la escuela Rosella Hightower en Mougins, en el sur de Francia. En una ocasión, mi mamá nos llevó a una perfumería en Grasse. La experiencia me encantó y ahí compré un spray de cedro para mi habitación. Accidentalmente lo apliqué sobre mi ropa y el olor era abrumador. Sin embargo, de ese hecho recuerdo muy vívidamente la sensación de que esa era una expresión creativa para curar el olor de mi cuarto. Se sintió como algo muy francés y nostálgico.