La botánica aromática del continente americano fue la fuente de inspiración que llevó al surgimiento de Xinú, la marca mexicana de perfumes, velas e inciensos que a través de la maestría artesanal y del diseño vanguardista brinda una experiencia olfativa innovadora.
Xinú: aromas que pueden tocarse
Un factor decisivo en la creación del universo de la marca fue el diseño de sus boutiques, esos espacios físicos en los que los visitantes pueden familiarizarse con creaciones como Aguamadera, Copála u Oronardo.
El responsable de materializar estos espacios fue el diseñador Héctor Esrawe, quien visualizó un laboratorio secreto rodeado de un jardín y la mágica mesa de un naturalista anónimo en el centro del área.
Con siete metros de longitud, esta mesa despliega un universo íntimo de objetos de vidrio, piedras, maderas, resinas, latón y metal. Este paisaje geométrico, ordenado y caótico cuenta la historia de procesos artesanales, expresiones artísticas, especies naturales, aromas, texturas, luz y sombras que, en conjunto y en silencio, hablan de la exuberancia, del misterio y de la diversidad que revelan el espíritu de Xinú.
La materialización de la marca en el espacio fue un ejercicio que sintetizó tres ejes fundamentales de su narrativa. El primero está relacionado con la documentación de la riqueza y la exhibición de la inspiradora belleza de las múltiples especies aromáticas del continente americano; el segundo, la pasión por el diseño y los procesos artesanales; y el tercero, el compromiso con la sustentabilidad y el uso de las mejores materias primas.
Xinú es testimonio de que las cosas hechas con amor, calidad, conocimiento y dedicación se traducen en expresiones ricas en contenido, emoción y belleza.