En los tiempos que corren, escribir una nota a mano o hacer un boceto sobre una pieza de papel se ha convertido en un acto de romanticismo, pero también de rebeldía. Para esos amantes de la escritura, Montblanc ha dotado una de sus plumas fuentes más emblemáticas –la Meisters- tück– con un plumín curvo para dar vida a la Montblanc Meisterstück Great Masters Calligraphy 149.
Montblanc, trazos con vocación eterna
Reconocible por detalles como el cuerpo y el capuchón elaborados en elegante resina negra, los sutiles detalles en oro amarillo o el emblema de la cima del Mont Blanc en la parte superior, esta estilográfica es especialmente apropiada para la caligrafía intrincada en chino, japonés y coreano, así como para hacer diseños con dibujos y bocetos.
El plumín de oro Au 750 se ha insertado en un ángulo de 45o que, dependiendo de la manera en que se coloque y se deslice sobre el papel, es capaz de producir líneas horizontales gruesas y líneas verticales finas.
Los maestros artesanos de la maison esculpen cada plumín siguiendo un estricto proceso de 35 pasos especializados que permiten moldear el metal precioso que los conforma.
Dominar este saber hacer requiere años y en este caso particular, cada uno de ellos fue decorado con un grabado especial inspirado en los trazos de la caligrafía.
Con esta reinventada pluma fuente, Montblanc brinda a sus propietarios un nuevo vehículo para plasmar sus inspiraciones, revelando una escritura a mano más bella y disfrutando de esa inigualable sensación de crear un testimonio único en cada pedazo de papel.