#GameChangers Kim Jones, el revolucionario de la moda
Con una capacidad para mezclar los universos de la alta moda y el streetwear, sastrería y ropa deportiva, como director artístico de Dior Men, ha cambiado la forma en que visten los hombres de hoy.
La polimatía se define como la sabiduría que abarca conocimientos sobre campos diversos de la ciencia, el arte y las humanidades. Por lo tanto, un polímata es una persona que posee una amplia visión del mundo y un entendimiento profundo de las disciplinas que a lo largo del tiempo ha desarrollado la inteligencia humana.
Si hacemos un repaso de la trayectoria del diseñador británico Kim Jones, actual director artístico de Dior Men, estaremos de acuerdo en que no es una exageración presentarlo como un polímata moderno. “Siempre miro al pasado, al presente y al futuro”, aseguraba en 2021 en The Wall Street Journal, año en que recibió uno de sus Innovator Awards mientras se consagraba como uno de los creativos más revolucionarios de la industria de la moda masculina.
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Y es que, con 43 años, puede presumir haber trabajado para algunos de los nombres más im- portantes de la industria –Dunhill, Louis Vuit- ton, Mulberry, Alexander McQueen y Hugo Boss, entre otros– y de haber sucedido con éxito a influyentes figuras del sector. Aunque tras graduarse de la prestigiosa Central Saint Martins fundó su marca homónima, cuando algunos años después Dunhill lo fichó para ocupar el puesto de director creativo, decidió cerrar ese capítulo.
Desde entonces, ha puesto su visión arriesgada y fuertemente influida por el streetwear al servicio de las casas por las que ha pasado para crear colecciones que transmiten el espíritu de nuestra época. En marzo de 2018, la maison Dior anunció oficialmente que había elegido a Jones para sustituir a Kris Van Assche como director creativo y que presentaría su primera colección tres meses después durante la Semana de la Moda de París. “Cuando llegué a Dior hace unos años, me impuse un curso de acción: elegancia, alta costura y personalización. Siempre me fijo primero en Dior para todo lo que hago y luego lo comparto con otros colaboradores; siempre revisamos jun- tos los archivos de la casa, algo increíble”, explica en exclusiva a Life and Style, refiriéndose a la manera en que logra articular el legado de la casa y su visión personal del estilo.
Cuatro años después de haber llegado a Dior, Jones tiene claro que el hecho de compartir intereses y rasgos con el fundador de la casa facilitó su adaptación, además de haber favorecido sus procesos creativos. “Tengo muchas cosas en común con monsieur Dior, por ejemplo, nuestro amor por los animales y la naturaleza. También compartimos la misma pasión por el arte.
Él era un marchante de arte antes de fundar su casa de alta costura y yo tengo una colección de obras de arte”, asegura quien igual colecciona sneakers que libros raros, y quien pasó sus primeros 11 años de vida recorriendo el mundo –vivió en Ecuador, África y el Caribe– debido a que su padre fue asignado a estas regiones como consecuencia de su trabajo como hidrogeólogo. Si bien las colecciones de menswear no son nuevas para la casa francesa, no se puede pasar por alto que fueron las colecciones femeninas las que elevaron su fama al plano internacional.
A finales de los años 40, los límites entre lo masculino y lo femenino eran estrictos, y las creaciones de Christian Dior respondían al momento histórico que se vivía. Las cosas han cambiado y para Jones esto, más que representar un problema, es algo que ha contribuido a su éxito. “El legado masculino/femenino de Christian Dior es muy relevante en la actualidad. Él tenía en mente abrigos muy masculinos cuando diseñaba sus colecciones femeninas, y pienso que estas pueden aplicarse fácilmente a las colecciones masculinas sin que luzcan femeninas. Lo importante es que se ven elegantes”, sostiene.
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Los códigos actuales de la moda masculina
Los terrenos de la moda masculina son peculiares, en palabras de Jones, estrictos y con reglas. Y con todo lo que esto implica para su trabajo, su objetivo es claro. “El rango de posibles intervenciones es limitado. Podemos trabajar en el estilo y hacer que la prenda se vea cool, pero al final las personas deben ser capaces de ir a una tienda y elegir el mismo abrigo porque está bellamente diseñado, con una tela hermosa y acabados perfectos. Esta es, para mí, la regla número uno. Mis diseños deben satisfacer a todos los hombres”.
Estoy seguro de que monsieur Dior seguiría viviendo por el futuro, el cambio, la elegancia, el romance, por el siguiente siglo
En su opinión, la elegancia tiene dos componentes: la actitud y el traje. Sus siluetas suelen ser más holgadas y relajadas, pero siempre busca ofrecer a los compradores prendas bien diseñadas. A ellos les toca poner la actitud. “No me gusta ponerle categorías a la moda. La elegancia y la excelente confección son la clave para mí. Hago algo chic, con un savoir-faire único y sofisticación y eso es la modernidad. Si usas alguna prenda de las colecciones masculinas de Dior, puedes ser elegante con una base sartorial, pero también puede ser una propuesta deportiva con un acabado de alta costura”, explica.
No hay que olvidar que Jones ya mezclaba la sastrería y las prendas de influencia deportiva mucho antes de que se acuñara el concepto athleisure y que, en este momento, los zapatos que han resultado de su colaboración con Birkenstock son el accesorio más codiciado de la temporada. La colección otoño-invierno 2022 que se presentó el pasado mes de enero fue una perfecta condensación de todos los códigos habituales en una de las casas más veneradas de Francia, pero en esta ocasión aplicados al guardarropa masculino. Bordados, estampados florales, drapeados, sacos y abrigos inspirados en las chaquetas Bar, el cannage, animal print, bolsos y zapatos joya... Todo era válido para celebrar los 75 años de una maison que hoy es su razón de ser.
“Quería volver al archivo, a la pureza de los inicios, a su impulso original. Estudiamos las colecciones iniciales y nos enfocamos en la arquitectura, tomando estos elementos y transformándolos casi instintivamente en formas masculinas para el presente, manteniendo siempre ese joie de vivre que es parte de la esencia de la ropa de Christian Dior”, recuerda. Jones también cree en la colaboración y en apoyar a los nuevos talentos. Una de las anécdotas que más se comentan al hablar de su trayectoria es que John Galliano, entonces al frente de Dior, compró la mitad de las prendas de la colección de su graduación que presentó en 2002.
“Creo que hay muchos nuevos diseñadores con un potencial muy alto. Solo mira a Eli [Russell Linnetz]; me gusta su visión, su manera de ob- servar el mundo, su sensibilidad pop y su determinación para materializarla. No hay manera de aburrirnos cuando hacemos un repaso de toda la nueva generación de diseñadores”, asegura.
¿Por qué lo elegimos?
Es una de las voces más seguidas y respetadas de la moda masculina. Sus colaboraciones son algunas de las más buscadas por los coleccionistas.