Cuando los empresarios alemanes Karl y Karin Scheufele adquirieron Chopard en 1963, lo hicieron con la firme determinación de trasladar sus valores familiares a una empresa con un profundo legado histórico. Desde 2001, sus hijos Caroline y Karl-Frie-drich comparten la presidencia de una maison conocida mundialmente por sus creaciones de joyería y relojería que, además de honrar sus raíces, apuestan por reinventar las reglas del mundo del lujo con iniciativas que dan prioridad a la sostenibilidad, la transparencia, la innovación y la visión que heredaron de sus padres.
La reinvención del lujo
Para hablar de estos temas, del 25o aniversario de la manufactura relojera de la casa y hacer un balance de lo aprendido a raíz de la pandemia, Life and Style entrevistó a Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de la firma y un visionario en el sector del lujo.
Chopard ha hecho enormes esfuerzos relacionados con la sostenibilidad y la transparencia, especialmente desde que presentó The Journey of Sustainable Luxury. Considerando el contexto actual, ¿cuáles son los principales retos para mantenerse en esta senda?
Karl-Friedrich Scheufele (K.F.S.): En 2013, nos embarcamos en el Journey to Sustainable Luxury, un ambicioso compromiso a largo plazo cuyo objetivo es una diferenciación positiva en el sector de las marcas de lujo. En 2018, nos comprometimos a utilizar oro cien por cien ético en la creación de todos nuestros relojes y joyas. Esta fue una empresa audaz, pero sin duda necesaria para lograr marcar una diferencia en la vida de las personas involucradas en este negocio. Continuamente queremos fortalecer nuestra visión de la sostenibilidad; en estos tiempos tan desafiantes, es esencial que la industria del lujo se convierta en un ejemplo en cuestiones de transparencia.
Hemos tenido éxito porque hace más de 40 años desarrollamos una producción interna verticalmente integrada e invertimos en perfeccionar nuestros oficios; eso abarca desde la creación en 1978 de una fundidora de oro, a la integración de las habilidades de nuestros artesanos de alta joyería con nuestros relojeros expertos. Todavía queda mucho por hacer y esperamos seguir siendo líderes en este terreno.
Con sus iniciativas, Chopard ha cambiado las reglas de las industrias de la relojería y la joyería. ¿Ser líder significa asumir mayor responsabilidad?
K.F.S.: Somos una casa que busca preservar sus valores centrales. No ha sido nuestra intención convertirnos en los líderes, pero si podemos abrir el camino para otras compañías de relojes y joyería, y compartir nuestra experiencia, significará un logro muy positivo y sumamente satisfactorio.
La manufactura de Chopard está celebrando su 25o aniversario. ¿Cuál es la lección más importante que has aprendido a lo largo de este tiempo?
K.F.S.: La primera vez que tuve el sueño de crear una manufactura des- de cero fue con la convicción de que teníamos que regresar a las raíces de nuestra maison. Así que arranqué un proyecto para convertirnos de nuevo en una manufactura de movimientos completamente integrada.
En 1996, inauguramos la manufactura de Chopard en Fleurier. Hoy, controlamos cada paso de la creación: desde la investigación, el desarrollo y el diseño de los movimientos, hasta la producción de sus componentes, la decoración, el ensamblaje y el revestimiento de nuestros relojes L.U.C. La previsión es la clave de la supervivencia en un mundo de innovación. Siempre man- tengo la vista en el horizonte. He establecido un vínculo entre el pasado y el futuro; entre Louis-Ulysse Chopard y la siguiente generación de relojeros y artesanos. Sin embargo, necesitamos asegurarnos de que los artesanos con más experiencia transmitan todos los oficios tradicionales a los más jóvenes. Es nuestro deber mantener todos es- tos conocimientos vivos entre una generación y otra. Mi enfoque nunca ha estado en el corto plazo, sino en la estabilidad, la independencia, el progreso y la autenticidad que se necesitan para crear una voz única en la industria de la relojería para los próximos 25 años.
Han presentado piezas sumamente especiales para celebrar este aniversario. ¿Cuál es la que te hace sentir más orgulloso?
K.F.S.: Tendría que ser el L.U.C Quattro Spirit 25. Siempre quise crear un reloj de horas saltantes y el 25o aniversario de la manufactura de Chopard era la ocasión perfecta. Desarrollamos una nueva complicación y presentamos nuestra primera pieza de horas saltan- tes con una esfera hecha completamente por nuestros artesanos esmaltadores. Es una obra maestra clásica que combi- na la alta relojería y los métiers d ’art, que tiene una caja de oro ético de 18 quila- tes inspirada en los relojes de bolsillo de Louis-Ulysse Chopard. Tiene una generosa reserva de marcha de hasta ocho días que ha sido posible gracias a la exclusiva tecnología Chopard Quattro. Es uno de los pocos relojes de horas saltantes con este nivel de autonomía, y su producción está limitada a 100 piezas.
Desde tu perspectiva, ¿cuáles son los siguientes pasos en la evolución de la compañía?
K.F.S.: Deseamos continuar en la mis- ma dirección: respetando la tradición y la artesanía centenaria, poniéndola al servicio de productos innovadores e ideas ingeniosas. En cierto modo, el pasado siempre se encuentra con el presente y el futuro, y creo que esa es la mejor manera de avanzar.
Chopard es una de las pocas compañías de la industria de la relojería que sigue siendo familiar. ¿Qué ventajas representa?
K.F.S.: Ser una empresa familiar y una compañía independiente es una de nuestras mayores fortalezas, y esto es claramente una ventaja. La identidad de Chopard se ha forjado a lo largo del tiempo con las contribuciones de cada miembro de la familia. Como una de las últimas casas familiares en los mundos de la alta relojería y la alta joyería, podemos establecer visiones a largo plazo y proyectos que no tienen que satisfacer a los inversores para brindarles ganancias a corto plazo.
A la luz de la pandemia, ¿cuáles son las fuerzas que impulsan a Chopard?
K.F.S.: Además de una búsqueda constante por la innovación y la mejor calidad desde el lado de la producción, el aislamiento fortaleció nuestro compromiso de estar siempre cerca de nuestros clientes, proveedores y equipo de trabajo. Siempre buscar resultados positivos en tiempos adversos es parte del ADN de Chopard, así que tuvimos que encontrar soluciones y nuevas iniciativas que nos permitieron seguir operando. Al final, nada se compara con la experiencia humana. En Chopard somos “artesanos de emociones”, por lo que es crucial ser capaces de transmitir esta emoción mediante la presencia física: poder ver una pieza, el brillo de las piedras y los materiales preciosos, el tacto y la comodidad de usarla; nada puede reemplazar eso.