Los diseñadores italianos fundadores de Dolce&Gabbana nos comparten en exclusiva algunos de sus secretos para mantenerse como líderes en la competitiva industria de la moda.
La capacidad de adaptación es una de las características intrínsecas de la moda. Si prestamos atención a la ropa que la gente lleva puesta por la calle podemos inferir qué está pasando en el mundo; al ver una fotografía vieja podemos tener una idea de la época en la que fue tomada con tan solo observar el corte de las prendas, sus materiales o la manera de usarlas. La moda se nutre del espíritu de los tiempos y es así como trasciende las fronteras de lo momentáneo.
Entender esto puede parecer fácil. Lo complicado, en todo caso, es aplicar estos principios a una marca, logrando que el paso del tiempo no desgaste su imagen sino que al contrario, la fortalezca. En la industria de la moda, el legado de una firma es todo y, sin embargo, el riesgo de que la riqueza de su historia se convierta en un lastre es alto. Mantenerse fiel a una esencia y evolucionar según las exigencias de cada época es probablemente el mayor reto al que se enfrentan hoy los diseñadores. Lograrlo requiere de talento, virtuosismo técnico y de un olfato único para identificar las tendencias que marcan el rumbo.
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En este contexto, hablar de Dolce&Gabbana es hacerlo de una dupla de diseñadores que ha sido capaz de construir una marca con un lenguaje y estilo únicos y fuertemente arraigados en sus orígenes italianos. Tras conocerse a principios de los años 80 mientras trabajaban en la misma casa de moda, Domenico Dolce y Stefano Gabbana comenzaron a acariciar el sueño de crear su propia firma. Esto ocurrió en 1985, año en que presentaron su primera colección en Milán.
Desde entonces, han demostrado una sobrada capacidad para evolucionar con los tiempos, diseñando colecciones (de streetwear, alta moda, alta sastrería, alta joyería, perfumes, accesorios y artículos para el hogar, entre muchas otras) que generan furor entre sus fieles seguidores. Describirlos como pioneros no es una exageración, y para prueba basta echar un vistazo a la Collezione Genesi, la primera incursión de la casa en el mercado de los NFT, donde se mezcla la ropa física con piezas de arte digital vestible e inspirada en gran medida por las colecciones que presentaron en Venecia el pasado mes de septiembre.
En una entrevista exclusiva con Life and Style, los fundadores de una de las casas más representativas de la moda italiana hablan de su idea de masculinidad, de la moda como un vehículo de expresión personal y de sus secretos para nutrir su creatividad.
Life and Style (L.S.): Dolce&Gabbana ha mostrado una asombrosa capacidad para adaptarse a los tiempos y la evolución del concepto de masculinidad. ¿Cómo logran traducir las necesidades y preferencias de sus clientes a sus diseños?
Domenico Dolce y Stefano Gabbana (D.D. & S.G.): Somos como escritores o contadores de historias. En lugar de escribir poemas, narramos a través de nuestra ropa, bolsas, accesorios, joyas... Todo es una expresión de nuestra creatividad, de la historia que queremos contar en cada momento y del sueño al que queremos dar vida. Mantenernos informados y conectar con nuestros clientes, y en particular con las nuevas generaciones, es esencial para nosotros; somos unos observadores atentos y curiosos de la realidad que nos rodea. La gente joven tiene una perspectiva muy libre, combinan prendas y accesorios siguiendo sus instintos. Hacen que todo sea posible y esto nos inspira, y también nos permite ser creativos y al mismo tiempo contemporáneos.
L.S.: Han creado un lenguaje de estilo único y al mismo tiempo ofrecen a la gente un vehículo para expresarse mediante la moda. ¿Cuál es el mejor consejo que pueden darle a un hombre moderno para encontrar las prendas y accesorios correctos en las colecciones de Dolce&Gabbana?
D.D. & S.G.: Nos gusta pensar que la gente elige ponerse lo que le gusta, lo que le hace sentirse bien y cómoda. Los hombres, también las mujeres, se visten principalmente para sí mismos, para gustarse. La gente está buscando, probablemente hoy más que nunca, una buena historia, vestido o accesorio que los haga soñar. Por lo tanto, nuestra meta no es solo crear ropa hermosa, prestando atención hasta a los detalles más mínimos, sino transmitir emociones, contar nuestra historia, que está compuesta por Italia, nuestras raíces italianas, la belleza, la cultura y el amor.
L.S.: ¿Por qué era este el momento perfecto para presentar la colección de accesorios Crespo Leo para el mercado latinoamericano?
D.D. & S.G.: Leo es uno de los códigos más icónicos de nuestra marca. Es la materialización de una personalidad fuerte, independiente, excéntrica y atrevida. Quiere ser un mensaje de fuerza y determinación, algo que, en nuestra opinión, es perfecto para el momento histórico que estamos viviendo.
L.S.: ¿Cómo están integrando la sustentabilidad a su filosofía? ¿Cuáles son sus objetivos en este sentido para los próximos años?
D.D. & S.G.: Dolce&Gabbana se desarrolla alrededor de conceptos muy simples: amor y pasión, tradición, investigación, respeto y artesanía hecha en Italia, un valor inestimable. Cuando trabajas con esta visión, el capítulo de responsabilidad entra en juego: la posibilidad de crear valor añadido con un verdadero respeto ético. El valor se crea con valores: valor humano en valores económicos y, por lo tanto, educación y cultura. Las tradiciones continúan y, por consiguiente, un territorio más rico y efervescente madura y protege la cadena de producción y a la gente que la integra.
L.S.: Sus desfiles de Alta Moda y Alta Aartoria en Venecia estuvieron llenos de celebridades. ¿Cuáles son las cualidades que buscan en una persona a la que invitan a ser parte de la familia Dolce&Gabbana?
D.D. & S.G.: Somos personas sencillas y directas; nos gusta compartir nuestros proyectos con quienes se reconocen a sí mismos en los valores en los que creemos y que han definido nuestro camino. Venecia, desde este punto de vista, fue especialmente emocionante; en la pasarela de alta moda participaron las hijas de amigos (Deva, hija de Monica Bellucci; Luka, hija de Christian Bale, y D’Lila Star, Jessie James y Chance Combs, hijas de Puff Daddy), nuestra nueva generación.
L.S.: En la reciente campaña Real People, los modelos fueron hombres de varios estratos sociales a los que fotografiaron en Nápoles. ¿Cómo mantienen esta conexión con la gente que admira sus creaciones pero que no pertenece al mundo de las alfombras rojas?
D.D. & S.G.: La gente real nos inspira; la gente a la que conocemos todos los días nos enriquece. No nos gustan los estereotipos. Para nosotros, la belleza de la realidad siempre marca una diferencia y esta es la filosofía que define nuestra visión.
L.S.: Fundaron Dolce&Gabbana en 1985. ¿Qué les apasiona del diseño de moda después de más de 30 años como figuras líderes en la industria de la moda?
S.G.: Para nosotros, saber lo que pasa en el mundo es fundamental. La vida diaria que observamos en la calle o en las redes sociales, lo nuevo y lo que está evolucionando es todo lo que nos importa. Eso nutre nuestro espíritu creativo y nos permite contar siempre algo diferente, sin olvidar de dónde venimos y nuestro ADN. Aprendemos mucho de la realidad y eso nunca dejará de inspirar nuestra creatividad.
Hemos sido lo suficientemente afortunados para vivir momentos y emociones muy intensas que, probablemente, nunca imaginamos que viviríamos
D.D.: Hemos crecido y cambiado al igual que lo han hecho la realidad y el contexto que nos rodea. Hemos alcanzado muchas metas gracias al trabajo, las disciplina y la pasión que nos han guiado desde el primer día. Ciertamente, hemos alcanzado muchos objetivos y cada uno de ellos, incluso el más pequeño, ha sido importante y significativo. Hemos sido lo suficientemente afortunados para vivir momentos y emociones muy intensas que, probablemente, nunca imaginamos que viviríamos. Teníamos un sueño y estamos orgullosos de que hoy sea una realidad.
L.S.: A la luz de la pandemia, ¿cuáles son las lecciones que han aprendido para el futuro? ¿Cuáles fueron los retos más importantes?
D.D. & S.G.: El aislamiento nos obligó a estar lejos de nuestros seres queridos y eso ha sido un reto muy duro. Para nosotros, la familia es un valor esencial y no poder ver a la gente a la que queremos ha sido muy difícil. Sin embargo, es precisamente en las dificultades que encontramos nuestra fuerza. A pesar de la incertidumbre por la que pasamos, lo que marcó la diferencia fueron las pasiones que, además del poco tiempo disponible que nos dejaba la apretada agenda a la que estábamos acostumbrados, pudimos cultivar. Estas impulsaron nuevos estímulos, al igual que nuestra creatividad. La colección Dolce&Gabbana Casa cobró vida en estos momentos y no podríamos estar más orgullosos de ella.