Hace algunos años dijiste que te considerabas más un terapeuta de masaje que a veces hace cine, que un actor que a veces da masajes. Bajo ese criterio, ¿qué te motiva a aceptar un proyecto de cine?
Tiene mucho que ver con el guión y la gente involucrada. No podría escoger un proyecto sólo por su aspecto artístico. Necesito involucrarme en un proyecto humano y con gente.
¿Qué tipo de personaje te gustaría interpretar que no hayas hecho aún?
Quizás alguien con algún problema mental; no necesariamente un loco, sino alguien que no pueda lidiar con la realidad. Eso sería interesante. Por el momento estoy haciendo más el papel de nice guy, que me gusta porque son tipos dulces y que cuidan de los demás, como yo, pero tal vez algo de locura estaría interesante.
¿Por qué decidiste representar Match Point, la nueva fragancia de Lacoste?
Me encanta la marca. Están haciendo unas campañas hermosas y les gusta trabajar con actores de cine. Así que para mí era muy buen match. Me dieron el guión del comercial y me explicaron la filosofía match point, y me sentí muy identificado con eso. Fue una unión muy fácil y natural.
El comercial tiene una corporalidad muy marcada, y tú, siendo masajista y sofrólogo eres un experto en el cuerpo. ¿Cómo abordas el movimiento como método de autoexpresión?
Es algo que ya se me da de manera muy natural, el masaje, el bienestar, el querer cuidar a la gente. Creo que la expresión corporal no es algo que haga, sino que ya está muy dentro de mí. Para este anuncio tuvimos una body coach que pensó con nosotros cómo expresar nuestros sentimientos a través del movimiento. No querían que bailáramos, sino que fuera casi una danza peo que al mismo tiempo fuera más normal. Fue muy interesante.
