Audrey Hepburn era fiel admiradora de Rufino Tamayo
El año de 1957 fue muy importanter tanto para Audrey Hepburn como para Rufino Tamayo. La actriz protagonizó uno de los musicales más famosos de Hollywood a lado de Fred Astaire, Funny Face, y el pintor fue condecorado con el premio Chevalier de la Legion d'Honneur por su trabajo artístico.
Lo que pocos saben es que en ese mismo año que Tamayo pintó Sandías y Naranjas, esta pintura formó parte de la colección privada de arte de Audrey Hepburn hasta su muerte. También fue en el 57 que la actriz modeló para el maestro mexicano y quedó inmortalizada en una de sus pinturas.
Audrey Hepburn y Rufino Tamayo se conocieron la década de los 50 y se admiraron mutuamente. A pesar de la fama internacional de ambos artistas, este hecho es poco conocido. Tanto, que no se sabe con exactitud cómo se conocieron.
Unos creen que fue en uno de los viajes que Audrey realizó a México, aunque sólo se tiene registro de dos: uno en 1953 y otro en 1989. Otros más, creen que se conocieron en París, mientras él vivía ahí y ella grababa Funny Face.
En esa época la actriz estaba casada con Mel Ferrer, su primer esposo de ascendencia cubana, quien admiraba las pinturas de Rufino Tamayo. Algunos historiadores creen que él fue el vínculo entre la actriz y el pintor.
Lo que sí se sabe es que Audrey compró la famosa pintura, Sandías y naranja directamente al pintor. La mantuvo en su colección privada por muchos años, de hecho, en una entrevista que le realizaron en 1971 aparece este cuadro en su departamento y parece que fue la pieza central que inspiró toda la decoración.
La obra del maestro mexicano Sandías y naranja se subastó el año pasado por más de dos millones de dólares y se estima que el retrato de la actriz vale más de cincuenta mil dólares.