Ella es la cinefotógrafa mexicana que Lubezki ve como la artista a seguir
No tiene la fama de otros colegas mexicanos que trabajan hoy en la gran industria del cine, como Emmanuel Lubezki o Rodrigo Prieto, pero la cinematógrafa Paula Huidobro viene dando pasos seguros y constantes en el mundo del cine independiente, y todo parece indicar que en algún momento los alcanzará. Su trabajo en Tallulah, el filme que protagoniza Ellen Page y que fue adquirido por Netflix en Sundance, ha ayudado a que el público común se fije aún más en ella.
Tras terminar la preparatoria en la Ciudad de México, en donde se pasaba las tardes haciendo cursos de fotografía en el Museo de Arte Contemporáneo, Paula se marchó a Inglaterra a estudiar en la London International Film School, en donde descubrió que existía una profesión que reunía todos sus intereses. En el 2002 se mudó a Los Ángeles para continuar sus estudios en el prestigioso AFI, y desde entonces ha trabajado en filmes como Bendíceme, Última de Carl Franklin, Shelter de Paul Bettany y las aún no estrenadas Katie Says Goodbye con la ascendente Olivia Cooke, Wilde Wedding con Glenn Close y John Malkovich, y Permanent, con Patricia Arquette. En entrevista, la chica de la cámara.
Da la sensación de que tu trabajo se está haciendo ver en Hollywood y te están llamando cada vez más. ¿Te ha resultado difícil llegar a este momento?
No en particular, yo creo que para todo el mundo es difícil lograr alcanzar lo que sueñas, y hay un proceso. Tienes que aprender de otras personas, conseguir oportunidades y obtener la confianza de la gente para dar los siguientes pasos. Definitivamente la escuela de México es muy buena y hay mucho talento. Creo que lo que ha sido más fácil para mí de vivir en Estados Unidos es la gente que he podido conocer, y de la de la que he podido aprender. A través de esa gente he conseguido otras oportunidades para poder trabajar con actores a los que admiro y en historias que me conmueven.
¿Por qué crees que existe esta trayectoria de los mexicanos con la fotografía en el cine?
No sé si es algo exclusivamente mexicano, pero México tiene muchos colores y contrastes. La arquitectura es como un collage, y la ciudad igual. Ahí tienes Oaxaca, porque no hay un lugar así en ningún lugar del mundo: los colores, la gente, la forma en la que se visten, la comida, los sabores, las iglesias y la cultura de la arquitectura. Es un lugar mágico y único, ahora que todo se parece tanto en todos lados.
Has trabajado con dos de los más admirados cinefotógrafos de México: El Chivo Lubezki y Rodrigo Prieto, ¿Cómo influyeron en tu trabajo?
Con El Chivo trabaje cuando estaba estudiando en la LSF hice una pasantía en una película que se llamaba Lemony Snickett. Después de eso me invitó a operar en algunos comerciales y también en una segunda unidad para una película que hizo con Terrence Malik en Austin. Y con Rodrigo también he operado en algunos comerciales para él. Los dos me marcaron. He seguido la forma en que se comportan y en que se hacen cargo del rodaje. En cómo trabajan con su personal y la forma en que se relacionan con los directores. El Chivo es increíblemente dedicado, y logra capturar de una forma mágica las historias y los personajes. Al mismo tiempo, hace que sea una experiencia cuando ves las películas, y lo mismo pasa con Rodrigo. Me gusta mucho su trabajo y la iluminación que hace y cómo elige los planos y sus encuadres.
¿Cuán importante fue para tu formación el trabajo y la herencia del mexicano Gabriel Figueroa?
Ya cuando era niña veía sus películas de los '40 y los '50 en la televisión, con mi tía abuela. Yo no sabía bien lo que estaba viendo, pero creo que tuvo mucha influencia en mi desarrollo visual. Yo pienso que es el maestro, y que sus imágenes son mágicas.
¿Prefieres filmar en color o en blanco y negro?
Depende de la historia, me gusta hacer lo que corresponde a los personajes y al mundo y crear un lenguaje visual particular que refleje la historia, pero definitivamente me gustaría tener más oportunidades de filmar en blanco y negro.
Si te pidiera que menciones tres directores con quienes sueñas trabajar, ¿quiénes son?
Michael Haneke, Wes Anderson y el director de Under the Skin, Jonathan Glazer.
¿Cuán cerca crees que estás de que esos sueños se hagan realidad? ¿Están notando tu trabajo en Hollywood?
Si. Definitivamente he trabajado con actores muy reconocidos. El año pasado hice una película con Glenn Close, John Malkovich y Patrick Stewart. También hice otra película que va a estar pronto en Toronto y en Deauville, Katie Says Goodbye, con Olivia Cooke. Y ahora estoy filmando una película en Richmond con Patricia Arquette y Rainn Wilson, así que ahí vamos.