Los secretos de la exitosa Tina Fey
Estaba convencida que no tenía la imagen para estar frente a una cámara, pero sí el talento para hacer reír. Fue así que Tina Fey se sumó, en 1997, al equipo de guionistas de Saturday Night Live, sin imaginar que, años más tarde, no sólo saldría a cuadro sino que su nombre sería sinónimo de éxito (y risas, obvio). Este año estrena Whiskey Tango Foxtrot, una cinta sobre las aventuras de una corresponsal de guerra en Afganistán... con ustedes, la mujer soñada: hace de cualquier drama una verdadera comedia.
¿Piensas que el comediante nace o en verdad se hace?
El comediante nace con un don. El humor está basado en un mecanismo de imitación y hay gente que tiene ese don y otra que no.
¿Cómo mantienes una conexión permanente con tu sentido del humor?
Trato de estar cerca de gente divertida, como mi esposo, Jeff Richmond, pero, por lo general, me alcanza con prestarle atención al mundo que me rodea. Muchas veces, pensamos en las cosas que nos preocupan o nos enojan, y con eso intentamos armar una historia, como cuando en Nueva York había en el aire un olor a miel de maple y la gente no sabía si era coincidencia o si estaban tratando de envenenarnos.
¿Quién te hace reír sin parar?
Carol Burnett, Mary Tyler Moore y Bob Newhart. También los Monty Phyton, que mis padres me dejaban ver a cuando era chica. Otro de mis ídolos es Lucille Ball, quien me parece una comediante con muchos recursos. Y también Gilda Radner y Jan Hooks, que estaba en Saturday Night Live a finales de los 80. No puedo dejar afuera a Catherine O’Hara y Andrea Martin, de SCTV.
¿El hecho de ser de familia griega tiene que ver con tu sentido del humor?
Sin duda. Mi madre es griega y es muy divertida. Tina viene de Stamatina, que era el nombre de mi abuela, que era griega. Hay un sentido del humor muy sarcástico que yo heredé de mi madre, y que tal vez lo tienen todos los griegos, no estoy muy segura de que sea así, pero, en mi caso, de allí proviene.
¿Cómo surge una broma de Tina?
Todo depende de lo que estés escribiendo. Las bromas surgen de pensar desde el punto de vista del personaje sobre la situación en la que está involucrado. En Saturday Night Live, primero hacíamos una lista de los temas puntuales de lo que íbamos a hablar y luego pensábamos en 10 chistes sobre cada uno de esos temas. Y ahí, sí que había risas.
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