Tony Hawk, hombre de tablas
“El mejor día de mi vida... el mejor”. Para Tony Hawk, el 27 de julio 1999 tendrá siempre un lugar privilegiado en su biografía y en su legado en los deportes extremos. Se trata de la jornada en la que el atleta estadounidense, luego de casi una decena de intentos, logró realizar el truco de los 900 grados para cambiar el rumbo de la historia del skate. Este giro también marcó su vida, al abrirle las puertas al mundo de los videojuegos en el que encontró el mismo éxito que en la rampas y desde donde comenzó a construir una marca registrada: Tony Hawk.
En forma de preguntas, le pusimos cinco obstáculos al empresario, locutor, diseñador y enemigo de la gravedad, quien marcó todo un deporte y a varias generaciones. Así respondió el CEO que vive entre su oficina y los skateparks.
Hace 15 años un truco cambió tu vida y te convirtió en una marca. ¿Qué se te complicó más, la oficina o la rampa?
Es extraño percibir tu nombre como una marca porque, obvio, soy una persona. Cuando miro atrás, entiendo que tuve mucho éxito después del 900, pero la masificación la encontré en los videojuegos y ahí es donde entendí que, si quería durar, tenía que mantener una sola cosa: la pasión por el skate, que me hace mantenerme auténtico. A partir de ahí, busco que aquello que trae mi nombre lleve mi calidad en las rampas.
Contestando a la pregunta, sí: la oficina es más complicada. Sin embargo, poder tomar grandes decisiones en términos de empleados, marketing y riesgos me ha enseñado que existían en mí los valores para saber llevar una empresa. Aunque creo que me siento cómodo porque es mi compañía y se basa en mi pasión.
También podría interesarte: |
¿La gravedad todavía es el rival a vencer?
Siempre me gusta ir hacia adelante y que la gente tome decisiones y riesgos. Eso es lo que busco con mi trabajo y justamente ésa es mi relación con el aire, de constante reto y evolución. Así es como lo percibo. Cuando desafié la gravedad supe que tendría un enemigo constante, uno muy superior.
¿El skate está más cerca del espectáculo y el entretenimiento que de los deportes?
El skate, en su máxima expresión, es entretenimiento. No se trata de anotar puntos o de preocuparse del rival. De principio a fin es un show y una expresión artística.
El éxito te permitió crear una fundación para apoyar a los más jóvenes con parques. ¿Hay que alejar el skate de la ilegalidad?
Creo que hay muchos factores y personas alrededor del mundo del skate, así que no hay una manera de representarlo o de decir “así se practica”. Los parques que creamos son lugares para comunicar ideas y conocer gente, y eso es lo que busco: crear una comunidad. No trato de decir que sólo patines ahí, pero trato de tener lugares para congregar a la gente que siente esta pasión.
Has sido personaje en Los Simpsons y en una novela de Nick Hornby. ¿Eres realidad o ficción?
La patineta sigue siendo el eje de todo. Mi apuesta es representar bien lo que me llevo hasta acá con pasión... ¿y quién no quiere ser un Simpson?