Damián Alcázar se interna en el universo de "Blue Beetle"
Adelantándonos al estreno de la película del escarabajo azul, entrevistamos al actor mexicano para hablar de su participación en una de las películas de superhéroes más esperadas del año.
Blue Beetle, nueva película de Warner Bros. Pictures, pasará a la historia como la primera del universo DC Comics que tiene como protagonista a un superhéroe de origen latino. Xolo Maridueña es el encargado de dar vida a Jaime Reyes, quien se encuentra con un misterioso escarabajo que le proporciona una armadura superpoderosa.
Alejándose de la trama de un guerrero solitario, de identidad secreta y relaciones personales complicadas, Blue Beetle retrata la dinámica de una familia latina que vive en Estados Unidos y es justamente en este retrato familiar que el actor mexicano Damián Alcázar tendrá una importante participación, dando vida a uno de los familiares más cercanos de Jaime.
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Para hablar de su involucramiento en este proyecto, de los retos que implicó la filmación y de la relevancia que el público latino ha ido adquiriendo, Life and Style platicó en exclusiva con Alcázar, unas semanas previas al estreno de la película, programado para el 18 de agosto.
L&S: ¿Cómo llegó el proyecto de Blue Beetle a usted?
Damián Alcázar (D.A.): Como todo, siempre comienza con un telefonazo. Me dijeron que me estaban invitando a hacer una película de ciencia ficción, pero las fechas de filmación las tenía ocupadas con otro proyecto que también era en inglés y se grababa en Estados Unidos. A pesar de eso, me dieron el guión, lo leí y me gustó, sin embargo les dije que no.
Dejé pasar el tiempo, me pedían una audición y no la hice. Me volvieron a hablar y me dijeron que habían visto a otros actores, pero que el director quería platicar conmigo. Entonces, me aprendí la escena, fui a verlo a Los Ángeles y me encontré con un muchacho formidable que es Ángel Manuel Soto. Me dijo que estaba entusiasmado por trabajar conmigo, que había visto muchas, muchas películas mías y me convenció de que desde que concibió hacer esta película, yo estaba dentro del cast. Fue tanta la emoción que le vi de conocerme que le dije: “Pues si se puede, vamos a ver cuando filmas porque yo tengo trabajo acá”.
Resulta que tenía un amigo en la producción de la serie de televisión en la que yo estaba comprometido y consiguió que me dieran un permiso de 10 días para poder irme a Atlanta a filmar. Regresé a terminar la serie y ellos seguían filmando, así que regresé a Atlanta otros 10 días y de ahí nos pasamos a Puerto Rico a terminar la película.
L&S: ¿Qué hace distinto a este proyecto de otros similares de Hollywood en los que ha trabajado?
D.A.: La base de la historia es bien interesante, pues habla de una familia mexicana migrante que tiene hijos nacidos en Estados Unidos. Además, me dio la oportunidad de trabajar con Adriana Barraza, Elpidia Carrillo y George López y de conocer a Xolo, que es formidable, un muchacho muy relajado, muy amable, muy simpático y sencillo; un hombre de verdad, jovencito, pero un muchacho abierto.
L&S: ¿Hay alguna escena que recuerde particularmente?
D.A.: Tengo una escena maravillosa, muy, muy entrañable de padre e hijo con él cuando todavía no es un superhéroe. Esta escena podía haber sido parte de una película de ciencia ficción como esto o de una película familiar. Las implicaciones son muchas: una familia fuera de su lugar de origen, con una problemática totalmente distinta, un mundo que los rebasa absolutamente y en los que ellos tienen que acoplarse y vivir su vida, pero en unidad, y eso era lo genial. Te estoy hablando de todo esto porque esto es lo que me hizo, principalmente, decir que sí al guión. Si hubiera sido solamente de una historieta de aventuras y de ciencia ficción, yo creo que no lo hubiera aceptado tan fácilmente, a menos que el personaje que me dieran también tuviera muchas cosas que decir. Otro experiencia muy valiosa fue el conocer al director y al director de fotografía, pues disfruté muchísimo su quehacer. Pude ver cómo se esmeraban por hacer la mejor toma, por los detalles y eso es maravilloso porque ves a un hombre creativo, entusiasmado, apasionado y atento, con una voluntad absoluta de sacar las cosas adelante.
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L&S: ¿Qué opina del cambio en la narrativa de las historias que van dirigidas al público latino?
D.A.: Yo creo que el algo generado por varios factores. Primero, por ejemplo, la aparición de las plataformas que van haciendo crecer las audiencias. Si una va y empieza a hacer series de televisión en Colombia o en Dominicana o en México o en Francia, entonces el mercado se empieza a ampliar. Por otro lado, los latinos ya no somos la principal minoría, ya empezamos a ser la mayoría, por lo tanto, es un mercado enorme, en el que los creativos y visionarios del espectáculo audiovisual, cine o televisión, saben intuitivamente que ahí hay un gran potencial al cual hay que satisfacer. Yo creo que la industria en los Estados Unidos va a empezar a llenarse también de latinoamericanos, al grado de que se harán más películas como esta, es decir, películas latinoamericanas o de creadores latinoamericanos en los Estados Unidos dentro de la industria de Hollywood, con esos niveles de producción como lo hacen los asiáticos y los afroamericanos. El mundo está cambiando y estamos hablando de economía, de idiosincrasias, de cantidades enormes de audiencia y, por lo tanto, también de fluidez en lo económico. Yo creo que estos jóvenes que hicieron Blue Beetle saben intuitivamente que ya era el momento correcto de hacer una historia como esta.
L&S: ¿Qué tipo de historias le gustaría que se contaran en el cine y la televisión?
D.A.: A mí me parece que mientras más abarque el contenido, más posibilidades tenemos de hacer buenas historias. ¿Qué me gustaría? Son modas y ahorita está todo lo de la ciencia ficción y los cómics que se trasladan al cine y a las series de televisión. Entonces, cuando me preguntas: ¿Qué me gustaría? ¿Qué temas? Pues todos, todos. Ojalá que algún día veamos cómo Latinoamérica se funde en una sola potencia, un conglomerado de países solidarios, ricos que eliminan la injusticia, el hambre. Claro, estoy hablando de cosas casi de ciencia ficción, pero sería maravilloso, ¿no?