Imposible de sustituir a McEnroe
Esta temporada, en Wimbledon, Bill Jinks promete que los jueces de línea seguirán actuando en los partidos, pero es incapaz de asegurar si seguirá siendo así en el futuro.
"La tecnología para el arbitraje de línea evoluciona. Desde 2007 usamos el sistema del Ojo de Halcón (el video que pueden reclamar los jugadores en un número limitado de ocasiones si hay pelotas dudosas) y funciona muy bien. ¿Quién sabe lo que pasará en el futuro?", advierte Jinks, quien no obstante excluye la posibilidad de una única inteligencia artificial arbitre de manera incontestable.
Para Chris Clements, responsable digital en el seno del All England Club, el avance tecnológico ha modificado la manera en la que la sociedad consume deporte, en un momento en el que hay una efervescencia alrededor de la AI desde la salida de herramientas como ChatGPT o Midjourney.
"Wimbledon, cuando éramos niños, era el momento en el que toda la familia se juntaba delante del televisor en el salón", recuerda. "Ahora, es menos frecuente. Hay que buscar otra manera de atraer a aquellos que encarnarán la próxima generación de aficionados de Wimbledon".
Ahora se trata sobre todo de "recoger cantidades masivas de datos y de transformarlos en informaciones que podamos compartir con los aficionados de todo el mundo a través de las plataformas digitales", explica Kevin Farrar, responsable de patrocinios deportivos de IBM en el Reino Unido e Irlanda.
El objetivo, añade, es recurrir después a esta IA (que produce comentarios deportivos) para la totalidad de un partido, para las categorías que normalmente no se benefician, como los veteranos, los júniors o el tenis en silla de ruedas. Precisando, eso sí, que no es cuestión de dejar completamente de lado la intervención humana.
"Sustituir los comentarios de John McEnroe... ¡es imposible! El humano siempre debe estar presente, se trata simplemente de completarlo. El desafío es encontrar el justo equilibrio entre tradición e innovación", concluye.