Facebook, Instagram, Twitter, TikTok… Ya conocemos las redes sociales convencionales y aunque todas tienen su encanto –vaya, que por algo son tan populares–, llega un punto en el que los usuarios quieren algo más fresco. Es aquí donde entra BeReal.
Seguro que has escuchado de ella. La aplicación de origen francés fue la más descargada en la App Store durante una buena parte del año y también fue reconocida por la empresa de la manzana como la mejor aplicación del 2022. No fue el caso de Google Play, aunque los usuarios sí que la eligieron su aplicación favorita. Sus logros han ido más allá de la popularidad y las descargas y se extienden al terreno de la imitación por parte de los gigantes. Esto recordando que TikTok quiso emular su modelo con el lanzamiento de TikTok Now.
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¿En qué radica su éxito? Por curioso que pueda sonar, en su exaltación de la más absoluta normalidad. Puede sonar extraño, incluso absurdo, pero es algo que se ha convertido en una necesidad en una era en que la mayoría de las redes han sido señaladas de promover la superficialidad e incluso la toxicidad.
Y tú, ¿qué estás haciendo en este momento?
A diferencia de otras redes sociales que quieren tener a la gente publicando cuantas veces sea posible, BeReal sólo quiere que le dediques un par de minutos al día. ¡Es en serio! La aplicación envía una única notificación en un horario aleatorio a lo largo del día y desde entonces brinda un máximo de dos minutos para que el usuario pueda tomar una foto simultánea de sí mismo y de lo que tiene a su alrededor. El objetivo es que las personas muestren su realidad y su naturalidad, o lo que cada vez más personas conocen como compartir un BeReal.
¿Y si la alerta te agarra en mal momento? No te preocupes, que igual podrás hacer la captura, que no es lo mismo que hacer un BeReal. La aplicación mostrará la publicación, pero acompañada de una notificación en la que se indica que la publicación se ha hecho tarde. Esto con el fin de evitar que las imágenes compartidas sean premeditadas y por consiguiente, carezcan de la realidad que exige el nombre de la propia app: be real (sé real).
El encanto no termina aquí. En un esfuerzo por llevar la naturalidad al máximo, BeReal no cuenta con los filtros preinstalados de otras redes como Instagram, mientras que su naturaleza no favorece la propagación de las denominadas aesthetics. Realidad llevada al máximo.
Lo que sí permite son las reacciones ¡con el uso de más fotos! Preferentemente selfies que muestren tu reacción al ver las imágenes en pantalla. Aunque claro, los comentarios a la vieja usanza también están permitidos. Una noción sumamente refrescante y que podría dar una nueva vida a las redes sociales, pero que también debe enfrentarse a un reto mayor como es la tan temida rutina.
Es la pregunta que muchos analistas, entusiastas e incluso usuarios de las redes se han hecho con BeReal. La duda es comprensible. Más allá de filtros o imágenes premeditadas, las imágenes compartidas invariablemente resultan más atractivas si la alerta de los dos minutos llega en un momento en el que los usuarios están haciendo algo. Esto incluye actividades extraordinarias como una salida de vacaciones, un paseo por la ciudad durante el fin de semana o un encuentro con los amigos, pero también otras más comunes como sería pasando un buen rato con los tuyos en casa, jugando con tu mascota en el parque, o en el supermercado. Reflejos de la vida, pero sin caer en revelaciones incómodas.
La frustración de muchos usuarios y seguidores llega cuando la rutina obliga a una serie de fotografías que son virtualmente idénticas entre sí. El ejemplo más sencillo son las personas que diariamente comparten imágenes en el mismo escritorio de la misma oficina. Algo que resulta poco atractivo para todas las partes y que puede impactar directamente en el uso de la aplicación. Más grave aún es que también puede tornarse deprimente para la comunidad al generar sensaciones de monotonía.
Para todos los que empiezan a padecer esta situación, quizá valdría la pena ir un poco más allá de las métricas convencionales y los juicios banales. Los esfuerzos de BeReal no se limitan a compartir la realidad, sino que también incluyen el demostrar todo lo extraordinario que hay en lo ordinario.
El realismo, por momentos extremo, de BeReal o la superficialidad que ha inundado las redes desde hace años, ¿qué es mejor? La respuesta llegará. El 2022 fue un año de ensueño para la aplicación francesa y habrá que ver si el 2023 marca su consolidación o –por irónico que pueda sonar– un duro impacto con la realidad.
