Contra la represión
Conocido como "el noi del Poble Sec" [el chico de Poble Sec, en catalán], por el popular barrio barcelonés en el que creció -y donde ahora una placa recuerda su nacimiento el 27 de diciembre de 1943-, Serrat comenzó su carrera a mediados de los 60.
Cantante comprometido y de profunda sensibilidad en sus letras, fue de los representantes de la "Nova Cançó Catalana", aunque su primer gran éxito llegaría en 1969 con el álbum en castellano dedicado al poeta español Antonio Machado.
De firmes ideales progresistas, Serrat pertenece a la generación de artistas que lucharon contra el régimen franquista (1939-1975), al que no dudó en incomodar cuando rechazó cantar en Eurovisión por no poder hacerlo en catalán.
"Yo he vivido toda mi vida con las dos lenguas y no he tenido problema, en cambio lo que no puedo convivir es con la represión sobre una de las dos", contó recientemente en referencia tanto a su lucha contra la prohibición del catalán durante la dictadura como a sus posteriores críticas al independentismo.
Hijo de un operario catalán y una aragonesa que sufrió intensamente la muerte y la crudeza de la Guerra Civil (1936-1939), llegó a exiliarse unos meses en México en los últimos estertores del franquismo y nunca ocultó su oposición a las dictaduras militares sudamericanas.
Más música
La memoria, las raíces y la libertad atraviesan la obra de este artista de voz vibrante y cálida poesía, reconocido con múltiples galardones como el I Premio Nacional de las Músicas Actuales o la medalla de la Legión de Honor de la República Francesa.
Yo no me jubilo. Simplemente me desplazo
El anuncio de su despedida provocó un reguero de reacciones y reconocimientos, como la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio -la mayor de España para quienes no son jefes de Estado-, que le entregó en febrero el presidente español, Pedro Sánchez.
Durante su gira su despedida en Latinoamérica, se reunió también con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y con el chileno Gabriel Boric.
Más de medio año de emotivas despedidas, aunque Serrat recuerda que se baja de los escenarios, pero nunca de la música.
"Yo no me jubilo. Simplemente me desplazo", puntualizó en septiembre.