Adiós Twitter, hola Mastodon

Hace apenas unos meses la incluimos en nuestra selección de redes alternativas ante el malestar generalizado por la potencial adquisición de Twitter por parte de Elon Musk . Ahora que la operación se ha concretado y que el emprendedor amenaza con realizar una serie de cambios que no agradan a muchos, la red del mastodonte comienza a experimentar una migración masiva. ¿Incidente aislado o fenómeno definitivo? Aún es pronto para decirlo, ya que no existen antecedentes que nos preparen para lo que viene.

Todos los cambios en el uso de redes sociales experimentados hasta ahora han sido producto de la evolución tecnológica, lo que ha resultado en transiciones fluidas. Nunca se ha dado por factores sociales como sería una protesta contra el accionar de sus propietarios. Más vale estar preparados ante la incertidumbre que se avecina y por esto ahondamos en el funcionar de Mastodon para saber si, efectivamente, tiene lo necesario para ser la gran sucesora de Twitter.

Conoce Mastodon

Mastodon nació en 2016 como una red social de microblogging. Es similar a Twitter en muchos aspectos y es precisamente esto lo que la ha llevado a ser visto como su principal sucesora en estos tiempos de crisis. El mayor parecido puede apreciarse en los toots, que equivalen a los tuits, donde la gente comparte sus opiniones e inquietudes, acompañándolos además de menciones, etiquetas y contenido multimedia. La peculiaridad aquí radica en que se admiten hasta 500 caracteres, casi el doble de los 280 permitidos por el pájaro azul.

Coincide también en la privacidad, ya que los usuarios pueden decidir si sus cuentas son públicas o privadas. En ambos casos, estas son precedidas por el @ tan característico de las principales redes. Parecidos de corte general que facilitan la transición, pero que no impiden maravillarnos ante las diferencias, que es donde se encuentra el verdadero atractivo.

Fue creada por el alemán Eugen Rochko quien, a diferencia de los desarrolladores de las principales redes, se decantó por una sin fines de lucro y cuyo mayor interés recae en el beneficio de su público. Parece improbable que esta situación cambie con el auge vivido, ya que el creciente número de usuarios fue lo que lo motivó a tomar esta decisión en primer lugar.

“A diferencia de los últimos 5 años en los que he estado dirigiendo las operaciones de Mastodon como propietario único, donde los ingresos de Mastodon eran mis ingresos personales (menos todos los gastos), ahora soy un empleado con un salario fijo”, publicó en su blog el año pasado. “Por lo tanto, mis ingresos personales serán más bajos, pero estaba dispuesto a seguir este camino porque quiero que Mastodon tenga más recursos para aspectos como contratar desarrolladores adicionales, diseñadores de UX, desarrollar aplicaciones oficiales, etc., y quiero que haya un límite claro entre la recaudación de fondos para esa causa y mis ingresos personales”.

Sobresale también su carácter open source. A diferencia de las principales redes que son sumamente recelosas con sus códigos, Mastodon ha sido diseñado para que cualquiera puede modificar sus bases en su propio servidor sin realizar ningún tipo de pago, ya que sus desarrolladores no poseen el copyright. Una de las poquísimas solicitudes es el reconocimiento de la fuente, algo que no hizo Donald Trump cuando aprovechó esta red como base para la creación de Truth Social, alegando además que era un software original y propio.

No nos olvidemos de su operar descentralizado, lo que significa que tu cuenta no te lleva a una red general, sino que durante la apertura debes elegir un servidor que sea de tu interés. Este es probablemente uno de los pasos más desafiantes durante la apertura de una cuenta, ya que hay opciones por idioma, región, tópicos y más. ¡No te angusties por esto! Es sólo una medida para garantizar la satisfacción de los usuarios. Te lo explicamos.

Twitter funciona con un complejo algoritmo que arroja contenidos que podrían ser de interés a sus usuarios. A veces funciona y a veces no, pero más de uno ha manifestado su malestar por la aparición de publicaciones no solicitadas en el timeline. Mastodon evita este problema con la existencia de comunidades individuales conocidas como instancias, o como les llamamos anteriormente, servidores. Cada uno de ellos es administrado por individuos, grupos u organizaciones distintas, cada una opera bajo sus propias reglas de inscripción y moderación. Unos están abiertos a todos, mientras que otras son sumamente exclusivas y operan sólo con invitación.

Esta medida también contribuye a la sana convivencia, pues reduce considerablemente las respuestas intrascendentes y no solicitadas, pero también el conflicto y el acoso. Un problema cada vez más recurrente en Twitter cuya toxicidad se ha disparado recientemente, aquí puede ser evitado casi completamente desde el inicio.

¿Y qué hay del resto de la red? No te preocupes, que siempre puedes interactuar con usuarios fuera de tu servidor o en su defecto, cambiar en busca de nuevas experiencias sociales.

Lo decíamos al inicio: es difícil saber si Mastodon tendrá lo necesario para ocupar el lugar de Twitter como la red dominante de microblogging. A pesar de ello y más allá del factor Elon Musk, vale la pena adentrarse en ella, no por las similitudes, sino por las diferencias que ofrece. Quién sabe, quizá termine por ofrecernos ese espacio virtual que tanto hemos buscado desde hace tiempo y que hemos sido incapaces de encontrar del todo.