Los homenajes se multiplicaban este domingo un día después de la muerte del fundador del grupo de bebidas energizantes Red Bull, el millonario austríaco Dietrich Mateschitz, con muchas voces destacando su contribución en el mundo económico y deportivo.
El mundo del deporte rinde homenaje al fundador de Red Bull
En el país alpino, donde este visionario nació en 1944, el presidente Alexander Van der Bellen habló de "una vida simplemente asombrosa". "Hemos perdido a un gran promotor de deportes extremos y de alto nivel", reaccionó en Twitter.
Quedará en la memoria como uno de los empresarios austríacos que más han dejado su marca
"Quedará en la memoria como uno de los empresarios austríacos que más han dejado su marca", abundó el Canciller conservador, Karl Nehammer, saludando su espíritu “innovador".
La bebida energizante Red Bull nació en uno de los muchos viajes de negocios de Dietrich Mateschitz como director de márketing de una sociedad alemana de cosméticos, cuando le sirvieron una bebida azucarada típica de Asia en un bar de lujo en Hong Kong.
Impresionado por la capacidad aparente de la bebida para ayudarle a superar el cambio horario, decide asociarse al hombre de negocios tailandés Chaleo Yoovidhya, relacionado con esa bebida, para fundar Red Bull en 1984.
"Ganar por él"
Con sede en un valle verde en los Alpes, en Fuschl-am-See, la firma conquistó lentamente los paladares occidentales y la marca se desarrolló en el entero gracias a una estrategia de comunicación astuta.
En la actualidad, Red Bull emplea a más de 13 mil personas en 172 países, con una cifra de negocios de unos 8 mil millones de euros, y vende casi 10 mil millones de latas por año.
Su bebida energizante "da alas" y Red Bull se dio primero a conocer apostando por los deportes extremos antes de introducirse en dos disciplinas gigantes del deporte mundial. Con un éxito inmediato en Fórmula 1.
En Austin (Texas), donde se desarrolla el domingo el Gran Premio de Estados Unidos, la escudería Red Bull, que espera ganar su quinto título de constructores de su historia (desde 2005), estaba todavía bajo la impresión de la noticia.
La noticia del fallecimiento afligió un fin de semana que debía ser la ocasión de una fiesta, dos semanas después del segundo título consecutivo del neerlandés Max Verstappen en Japón.
"Es una noticia difícil para todo el mundo, para Red Bull y para el deporte, y para mí en particular", confió el campeón del mundo, prometiendo "ganar la carrera por él”.