El siete veces campeón del mundo de Mercedes, Lewis Hamilton, único piloto negro de la F1, dijo que estaba "asqueado y decepcionado".
"Quienquiera que sea esta gente, debería avergonzarse de sí misma y debería ser expulsada de las carreras de por vida", dijo a periodistas Vettel, piloto de Aston Martin. "Creo que debería haber tolerancia cero".
El jefe de la escudería Mercedes, el austriaco Toto Wolff, dijo que había que poner fin a los abusos y ocuparse de los culpables, pero que no había que condenar al público en su conjunto.
Agregó que los verdaderos aficionados de cualquier equipo o piloto no podían ser racistas, sexistas u homófobos porque de lo contrario "no encajan en la Fórmula 1 y no los queremos".
"Por otro lado, sólo porque haya unos cuantos borrachos y tontos por ahí que no han comprendido cómo va el mundo hoy en día, no deberíamos condenar al 99.9% de los aficionados que vienen aquí".
Sólo tenemos que apuntar a estos tipos y sacarlos
"Siempre habrá de esos idiotas", añadió cuando se le preguntó si la F1 se había vuelto más "tribal".
"El deporte polariza y desencadena emociones. Unas pocas amebas, gente con una célula (cerebral), no hagamos que sea algo general (...) Sólo tenemos que apuntar a estos tipos y sacarlos".
Mercedes dijo que invitó a ver la carrera en su garaje a una aficionada checa que escribió en las redes sociales cómo fue acosada por espectadores masculinos borrachos que le levantaron el vestido y le dijeron que no merecía ningún respeto por ser seguidora de Hamilton.