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Los secretos detrás la creación de los Emojis

Esas caritas que mandas cada día tienen su propia historia…
sáb 02 julio 2022 01:05 PM

Los especialistas en comunicación siempre han insistido en que los códigos usados para la interacción evolucionan de una manera orgánica: no permanecen estáticos, se adaptan a las necesidades de la sociedad y tienden a simplificarse para facilitar su uso generalizados. Es por esto que los emojis, que no son sino iconos digitales empleados en las comunicaciones electrónicas, se han tornado tan populares en el contexto actual, ya que son capaces de representar ideas, emociones, objetos y más con una simple imagen.

A pesar de su franca simpleza, su historia dista mucho de ser sencilla. Tampoco lo es el camino que deben seguir desde que son ideados hasta que finalmente llegan a nuestros equipos.

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Sucesores directos del emoticon –representación pictórica de emociones a partir de caracteres como letras, números y signos de puntuación– y de la fuente pictográfica wingdings, los emojis debutan oficialmente con el lanzamiento del celular japonés SkyWalker DP-211SW que tenía 90 preinstalados, todos ellos en blanco y negro y con una medida de doce por doce pixeles. Entre los incluidos había relojes con distintas horas, deportes, las fases de la luna y las famosas heces que por aquel entonces no sonreían. El modelo tuvo bajas ventas y los emojis no fueron empleados con regularidad.

Su popularidad no se disparó sino hasta 1999 con el set de 176 emojis concebido por Shigetaka Kurita, el cual se caracterizó por el uso de smileys, su colorido y su franca inspiración en el manga. Su impacto fue tal que su obra puede apreciarse en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

La gran consolidación llega hacia inicios del siglo XXI con un uso cada vez más generalizado, la popularización del término tras años de ser confundido con el emoticon y sobre todo con el smiley, así como con su adición al estándar de codificación de caracteres Unicode a cargo del Consorcio Unicode. Este último es un grupo sin fines de lucro compuesto principalmente por individuos pertenecientes a grandes empresas tecnológicas como Apple, Google y Facebook que traduce un carácter, o en este caso un emoji, a un estándar. Esto permite que una persona en cualquier parte del mundo pueda enviar textos o emojis a una en cualquier otro sitio y todo se vea igual, sin importar sistemas operativos, modelos, marcas o países. Algo clave para entender la concepción del emoji contemporáneo.

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Cambios digitales

El idioma cambia continuamente. La mejor forma de entenderlo el lenguaje inclusivo no binario que emplea las letras X o E para reemplazar las A u O que denominan el género. Los emojis tienen procesos similares, como en este caso podría ser la adición de personajes neutrales al género. La diferencia es que, mientras la comunicación oral y escrita sólo requiere la aprobación social a través de su uso extendido y generalizado, los emojis deben pasar por un proceso a cargo del Consorcio Unicode.

Cualquiera puede proponer la creación de un emoji, pero para ello se debe rellenar una solicitud oficial en la que se expliquen diversos aspectos a considerar como el nivel de utilización esperado o sus potenciales significados simbólicos. Esto para garantizar un código de comunicación que no resulte ofensivo para nadie y que sea claro para todos. Esto último, recordando que algunos de los iconos más añejos suelen generar confusión al estar culturalmente vinculados con oriente. El proceso completo, desde la recepción de la propuesta hasta su llegada a los distintos sistemas, suele tomar de dos a tres años.

Se prohíbe el uso de marcas, personas específicas sin importar que estén vivas o fallecidas, deidades, así como símbolos que denoten odio como sería la esvástica o el emblema del Ku Klux Klan. Curiosamente, en marzo de 2022 también se prohibió la adición de banderas, luego de que el consorcio concluyera que éstas “crean exclusividad a expensas de otros”, pues con más de 5 mil lábaros en existencia y poco más de 200 incluidas hasta ahora, la adición de una nueva por sobre otra puede sugerir favoritismos. Fue el resultado de un debate comenzado previo a la Euro 2016 en el que países pertenecientes al Reino Unido, como fue el caso de Gales, alegaran que sus banderas no estaban incluidas, lo que les obligaba a recurrir a símbolos ajenos como el dragón para apoyar a sus respectivas selecciones. En cualquier caso, Unicode asegura que son los emojis menos usados de todos.

El futuro del emoji

Las primeras teorías sobre el reemplazo de la comunicación escrita, que según algunos especialistas iría de las palabras a las imágenes, comenzaron en la década de los 60. Aunque muchos las consideraron absurdas, la popularización del emoji ha sugerido que tal vez no eran tan disparatadas.

Hoy día es imposible pensar en una comunicación digital sin estos iconos, ya sea en mensajes, correos o redes sociales. Más curioso aún es que las nuevas generaciones son capaces de entablas comunicaciones sólo con ellos. Su popularidad es tal que cada vez son más las campañas de marketing que recurren a ediciones especiales para promocionar todo tipo de proyectos. Algo que para nada significa que hayan alcanzado el pico de sus capacidades, por el simple hecho de que éstas no existen, pues como ya dijimos, se trata de un código comunicativo más que está en continua evolución.

Sus posibilidades son infinitas de mantener estos mismos procesos, pero en caso de detenerse podría convertirse en una auténtica lengua muerta. La primera del mundo digital. Sólo el tiempo y sobre todo la sociedad determinarán cuál es su destino.

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