"Tema ético"
Venezuela, que llegó exportar cantantes y marcó pauta en el desarrollo de espectáculos, no recibía artistas internacionales desde 2016 y algunos de ellos recibieron duras críticas por presentarse en medio de la crisis económica y la compleja situación política.
El colombiano Maluma, por ejemplo, fue condenado ese año por cantar en un evento gratuito patrocinado por el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
"Los artistas internacionales veían eso y era como '¿cómo vamos a ir a rumbear en medio de una crisis?', y nadie quiso venir", señala el productor. "Al final se empezaron a negar a la posibilidad de ir a Venezuela por un tema como ético".
Entre 2016 y 2020, Venezuela se vio inmersa en una escasez generalizada, entre alimentos, medicinas y combustible, mezclada con protestas antigubernamentales y tensiones políticas, y después las restricciones por la pandemia de covid-19.
Realmente esto es lo que le hace falta a Caracas y Venezuela... La gente realmente se desahoga
Arian Prieto, de 23 años, espera emocionada en fila para entrar al concierto de SanLuis, un dúo nacional que ha compuesto para Marc Anthony o Christina Aguilera.
No recuerda la última vez que fue a un espectáculo. "Era menor de edad", dice.
"Realmente esto es lo que le hace falta a Caracas y Venezuela... La gente realmente se desahoga".
Las dos funciones ofrecidas por el dueto en Caracas cerraron a casa llena, como la mayoría de los conciertos este año: desde el mexicano Alejandro Fernández hasta el dúo venezolano Servando y Florentino, que terminaron abriendo una tercera función.
Morat fue un fenómeno. La banda colombiana nunca había visitado Venezuela y en solo dos horas los fanáticos colapsaron la página web donde se vendían las entradas, mientras que el tiempo de espera para comprar en taquilla llegó a ser de hasta 10 horas.
"Superó expectativas", comenta Meléndez, de AGTE LIVE.
Las bandas mexicanas Camila y Sin Bandera también agotaron las entradas para su concierto el 15 de junio en dos días, incluidas las de la zona VIP, que contaba con palcos para 10 personas a un costo de 5.000 dólares, cifra que suscitó fuertes críticas.
Los asistentes defienden la celebración de estos eventos. "Tuve que hacer un esfuerzo justamente por ser ellos también y yo dije: 'ya este es el momento y vale la pena pues'", señala Angie Mora, fanática de Il Divo, que no visitaba Venezuela desde hace 13 años.
El nuevo "boom" de los conciertos en Venezuela apenas está tomando vuelo. Desde el gobierno también se impulsan eventos y en la televisión estatal se exalta el regreso de estos espectáculos, aunque sin profundizar en tarifas, ni métodos de pago.
De hecho, del 11 al 15 de junio organizan un festival de salsa, el género favorito de Maduro, que contará con artistas "amigos" como Maelo Ruíz y Álex De Castro.