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¿La era Netflix se acerca a su fin?

La plataforma sufre uno de los peores reveses de su historia y el mundo se pregunta si el gigante va a la baja.
dom 01 mayo 2022 10:13 AM
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La plataforma se enfrenta a uno de los retos más complejos en su historia.

Mucho hemos hablado sobre las llamadas Streaming Wars y cómo Netflix las lidera con un paso arrollador que lo convierte, más que en el rival a vencer, en el referente para todas las plataformas. Después de todo, el sistema puede presumir un dominio absoluto en el número de suscriptores, pero también en el desarrollo tecnológico con su famoso algoritmo y en la producción de contenidos originales de alta calidad que le han puesto realmente cerca del codiciado Oscar. Por esto y más, la sorpresa fue mayor cuando se anunció que el gigante había perdido cerca de 200 mil suscriptores, siendo ésta la primera baja en toda su historia, lo que desembocó en una caída en picada de sus acciones en un 37%. Su punto más bajo desde 2018.

El dramatismo aumenta porque es el segundo gran golpe que sufre Netflix en apenas unos meses. Esto recordando que apenas en enero padeció una caída del 20%, lo que en conjunto ha provocado que la compañía pierda dos tercios de su valor en apenas un semestre. Es por esto que las alarmas no dejan de sonar en todos los sectores de la industria del entretenimiento, incluso entre el propio público, ante la posibilidad de que la era Netflix se acerque a su fin.

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Entender la caída

Si los números de Netflix han generado tanto revuelo es porque vienen de una compañía acostumbrada al crecimiento y que encabeza una industria en auge como es el streaming. La preocupación aumenta todavía más si consideramos que la plataforma fue una de las pocas empresas que prosperaron durante el 2020 con un aumento en su número de suscriptores que alcanzaron los 195 millones y que resultó en un aumento del 60% en las acciones. Un marcado contraste con el entretenimiento convencional que no ha podido regresar a sus números prepandémicos y que le permitió encabezar la industria del streaming que tanto creció en los peores momentos de la crisis sanitaria.

Por irónico que parezca, este mismo desarrollo exponencial parece ocultar las claves de la caída. Cuando las Streaming Wars empezaron a tomar forma con el aumento de la competencia, se hablaba de una carrera en la que unos avanzarían y otros caerían de manera paulatina. Pero el Covid-19 aceleró los procesos con los confinamientos y los cierres de las salas de cine, lo que disparó el número de suscriptores en un 26% para dar un gran total de 1,100 millones de usuarios. Un estudio realizado en el mismo 2020 reveló que el 55% de los hogares estadounidenses estaban suscritos a más de un sistema.

Todas estas cifras se vieron favorecidas por la necesidad de entretenimiento de la gente que permanecía resguardada en sus hogares, pero invariablemente debían modificarse cuando la situación empezara a estabilizarse. Han pasado más de dos años de que el virus golpeó en occidente y la llamada nueva normalidad impera cada día más, lo que ha permitido que la sociedad global regrese a sus viejas rutinas. Tal es el caso del streaming, pero en menor medida que en los peores momentos de la pandemia.

O lo que es lo mismo, siempre se supo que algunos suscriptores terminarían dándose de baja de algunas plataformas cuando las cosas regresaran a su cauce y 200 mil de ellos se decantaron por Netflix. Un número elevado, pero que para nada compromete la existencia ni el dominio del gigante.

Las razones pueden ser muchas e ir de lo más sencillo, como la falta de tiempo de los usuarios a lo más doloroso como la preferencia por los más directos competidores. También hay opciones propias de los tiempos en que vivimos, como el hecho de que muchas de sus producciones más importantes se han visto pausadas en los últimos meses, ya sea por las cuarentenas iniciales o como medida de prevención por contagios en los rodajes, lo que resultó en retrasos que siguen manifestándose hoy en día. Y claro, adversidades propias del streaming como son las cuentas compartidas, uno de los mayores dolores que ésta y otras plataformas no han podido erradicarse del todo.

Por esto mismo Netflix ha empezado a trabajar en una estrategia para que una caída de este tipo no se repita o en el peor de los casos, no suceda de una manera tan pronunciada. Sus decisiones serán seguidas muy de cerca por la competencia que seguramente recurrirá a ellas como fuente de inspiración para evitar tropezones similares.

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El nuevo Netflix

Es un hecho que Netflix tomará medidas inmediatas para enmendar el rumbo de vuelta a lo más alto. De momento, hay tres opciones dominantes. La primera es solucionar el problema de las cuentas compartidas, una situación en la que trabaja desde hace tiempo y que ha prometido solucionar en este mismo año con medidas cada vez más estrictas. Las primeras pruebas se llevarán a cabo en los próximos días y en caso de prosperar terminarán trasladándose al mundo entero en los próximos meses. Esta lucha no ha sido bien vista por muchos suscriptores y queda ver si no termina tornándose contraproducente.

No menos controvertida es la creación de una suscripción alterna: más económica, pero dotada de anuncios. Una de las cartas fuertes de Netflix y de las principales plataformas siempre ha sido la posibilidad de ver películas y series sin ningún tipo de comerciales gracias a la autosostenibilidad del modelo. Pero los tiempos han cambiado y todo apunta a que esta vieja práctica de la televisión convencional finalmente alcanzará al streaming. En caso de concretarse, queda ver si la publicidad sólo se incluye al inicio o con la imposición de pausas comerciales.

Finalmente, también está la posibilidad de una menor inversión en contenido. Quizá la alternativa más temida de todas, pues si bien la producción de Netflix es tan elevada que por momentos parece excesiva, es imposible dejar de preguntarse si esto podría impactar en la calidad y el estatus construido por la plataforma a través del tiempo. Hablamos del sistema que dio espacio a títulos como Roma, El irlandés o El poder del perro, entre muchos otros, que no van destinados al éxito masivo sino a la grandeza cinematográfica. ¿Y si el gigante termina cambiando el modelo en beneficio de alternativas más populares? Si a esto sumamos que las salas cada vez dedican más espacio a las superproducciones, aquí sí que podríamos ir hablando de una posible muerte del cine.

Es un hecho que Netflix no morirá, todo lo contrario, seguirá prosperando y marcando tendencia. Aún así es importante seguir muy de cerca sus próximas decisiones, pues el peso de la compañía es tal que sus decisiones terminarán manifestándose en toda la industria del entretenimiento.

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