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Los secretos de Dumbledore: ¿última oportunidad para salvar al Wizarding World?

La franquicia está en apuros y recurre a su mago más poderoso en un último intento por levantar el vuelo.
vie 15 abril 2022 09:58 AM
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Una precuela compleja.

En poco más de una década, Wizarding World ha conocido las dos caras de una misma moneda. Por un lado, el impresionante éxito de Harry Potter, manifestado en siete libros y ocho adaptaciones, pero también en importantes extensiones como las atracciones de Universal Studios, la obra de teatro que continúa la historia original y todo el merchandising como son juguetes, vestuarios y todo tipo de coleccionables. Por el otro, la incertidumbre que rodea Animales fantásticos y que ha provocado incontables dudas en torno a su continuidad y su propia existencia.

Los secretos de Dumbledore marca el punto medio de las cinco películas anunciadas originalmente y más importante aún, uno decisivo para la tan controvertida serie de precuelas. No es casualidad que la responsabilidad recaiga en el mago más poderoso de su tiempo, quien no conforme con tener que enfrentarse al temible Gellert Grindelwald, también debe rescatar un proyecto que parece al borde del Avada Kedavra definitivo antes de que sus males contagien al resto de la franquicia. No hablamos sólo del legado de la trama central, sino la jugosa gama de proyectos alternos que podrían seguir llegando con el paso de los años. Después de todo, son muchos los que aún sueñan con una adaptación de El legado maldito, una precuela de Severus Snape o un spinoff de los fundadores de Hogwarts. Todo podría venirse abajo de continuar por el mal camino.

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Una historia no tan fantástica

Animales fantásticos, como si de un "obscurus" (una energía oscura en la saga de magia) se tratara, nació maldito o al menos marcado por el desencanto. El proyecto fue anunciado en 2013, sólo dos años después de estrenada Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2 y aunque los aficionados reaccionaron con franca emoción, también con numerosas inquietudes al respecto. La más importante de todas, ¿podrían un personaje como Newt Scammander y un libro de texto sobre criaturas mágicas sostener el peso de toda una franquicia? Hoy todos conocemos la respuesta.

Al final, Animales fantásticos y dónde encontrarlos recaudó $811.7 mdd de taquilla global y fue calificada con un 74% en Rotten Tomatoes, convirtiéndose así en la película con peor recaudación y crítica de toda la saga. La infame marca no tardó en pasar a su secuela, Los crímenes de Grindelwald, que cayó a los $651.3 mdd y un catastrófico 36%. Números dramáticos para una saga acostumbrada al éxito y que suscitaron rumores sobre una posible cancelación, los cuales se dispararon tras los numerosos retrasos que aquejaron a la tercera entrega.

En vísperas de la debacle, a nadie sorprendió que el proyecto empezará a replantear sus bases para empezar a girar en torno de un viejo conocido: Albus Dumbledore. Algo que para muchos debió suceder desde el principio, especialmente porque las precuelas siempre contemplaron a Gellert Grindelwald como villano central y cuya tensión dramática no sólo radica en su ideología antimuggle y su enorme poderío, sino en que se trata del amor imposible del director de Hogwarts. Una contraparte tan trágica como dolorosa y que de cierto modo rescata la construcción dual plasmada por Harry Potter y Lord Voldemort: dos opuestos que no pueden existir el uno sin el otro.

Se dice que la producción desechó esta construcción inicial porque invariablemente obligaba a mostrar una relación homosexual en una saga familiar. Algo absurdo, no sólo por los prejuicios que provocaron un enorme malestar entre amplios sectores del público, sino porque al final el romance terminaría por salir a la luz por el simple hecho de ser fundamental para entender la naturaleza de ambos personajes y del conflicto que les aqueja. Una premisa que termina cumpliéndose con Los secretos de Dumbledore que ahonda en la fracturada relación.

El que Albus herede el rol protagónico y Newt sea relegado a uno más bien secundario no significa para nada que los problemas estén resueltos. Todo lo contrario, el cambio podría potenciarlos. JK Rowling anunció desde hace tiempo que las cinco entregas de Animales fantásticos cubrirían los eventos del mundo mágico hasta 1945, año en que Dumbledore derrotó a Grindelwald para hacerse con la codiciada varita del sauco que tantos dolores de cabeza provocaría a Harry Potter. Una decisión que atentaba contra la tensión dramática al tratarse de una trama sustentada en hechos más que conocidos por los aficionados y que apenas se sostenía por la diversión de los detalles.

El recorrido corre el riesgo de tornarse todavía más predecible con un Albus recién ascendido, pues si hay algo que aportaba Scammander era frescura. Esto como resultado de una introvertida personalidad que contrasta con los principales héroes de la ficción, así como su franca pasión por los animales fantásticos, la noble camaradería con el muggle Jacob Kowalski y su creciente interés amoroso por la bruja Tina Goldstein. Elementos que invariablemente se difuminan desde esta tercera parte y que podrían perder todavía más peso en el futuro.

Y claro, una mención aparte para los problemas más allá del guion y que ni el más potente Obliviate podría erradicar de la mente del público.

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Un mundo mágico en apuros

Una de las mayores virtudes de la saga Harry Potter fue que nunca cayó en un escándalo de ningún tipo. Un logro que para nada de tomarse a la ligera si consideramos los intereses en torno a las adaptaciones, la longevidad del proyecto y la transición su elenco principal que pasaron de ser niños a jóvenes ante la mirada de millones de personas y las presiones que eso conlleva. No había razón para pensar que esto cambiaría con Animales fantásticos, por lo que la sorpresa fue mayor cuando la serie de precuelas cayó al otro extremo tras verse marcada por una serie de polémicas que comenzaron con el desarrollo de Los crímenes de Grindelwald.

Si bien muchos aficionados nunca estuvieron plenamente satisfechos con el casting de Johnny Depp como el mago tenebroso, las críticas a su presencia alcanzaron un pico cuando la producción de la citada secuela decidió preservarlo en el papel a pesar de las acusaciones de violencia doméstica por parte de su pareja Amber Heard. A esto se sumaron las críticas de racismo y misoginia por la construcción de Nagini y la ya mencionada homofobia por tratar de mantener la relación entre Gridelwald y Dumbledore dentro del armario.

La producción de esta tercera entrega no fue menos tortuosa. Ahora fueron los fervientes aficionados de Johnny Depp los que protestaron por el cambio del actor y amenazaron con boicotear la película. Un llamado que además impacta en otra franquicia de alto impacto del mismo estudio como es el DC Extended Universe, luego de que la producción de Aquaman and the Lost Kingdom preservara a la no menos controvertida Amber Heard en el rol de Mera. No descartemos su palabra que estuvieron muy cerca de lograr que una cinta de poco impacto en taquilla como Minamata se hiciera con el Oscar Fan Favorite, superando además en las votaciones a un titán como Spider-Man: Sin camino a casa.

A esto se suma el controvertido accionar de Ezra Miller, quien da vida al atormentado Credence Barebone. En 2020 circuló un video que presuntamente lo mostraba asfixiando a una aficionada, pero la identidad del actor nunca pudo confirmarse. Más recientemente fue arrestado en un bar de Hawái por alteración del orden público y acoso. Un incidente que se dio apenas unas horas antes del estreno mundial de Los secretos de Dumbledore, evento que no contó con la presencia del histrión, aunque el estudio lo atribuyó a compromisos con la filmación The Flash.

Y como estocada final JK Rowling, quien desde hace tiempo está en el ojo del huracán por una serie de comentarios transfóbicos que no han pasado indiferentes para los aficionados ni para la producción. Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint no han dudado en manifestar su descontento con las declaraciones de la escritora, mientras que el elenco de Animales fantásticos ha sido más diplomático al tratarse de la guionista del proyecto en curso. Todos menos Katherine Waterson, mejor conocida por su rol de Tina Goldstein y cuyas duras críticas a la escritora presuntamente resultaron en la reducción de su papel para esta tercera entrega. Una ausencia mayor que no ha pasado desapercibida para el público.

Hay buenas razones para pensar que el estudio tampoco está muy satisfecho con la creativa, siendo Return to Hogwarts una buena prueba. Después de todo, el reencuentro organizado por HBO Max para celebrar el 20º aniversario de Harry Potter y la piedra filosofal no contó con la presencia estelar de la autora que concibió la historia, lo que despertó numerosas teorías sobre un franco rompimiento. Difícil confirmarlo, pero lo cierto es que la mente maestra del fantástico universo representa actualmente más dolores de cabeza para el mundo mágico que Grindelwald y Voldemort juntos.

El Wizarding World está en apuros. Quizá en los peores de toda su existencia. Queda ver si la franquicia ha llegado a un punto del que no hay vuelta atrás o si, como en otras tantas ocasiones, Albus Dumbledore es capaz de salvarlo para hacerlo resurgir cual fénix de entre sus cenizas.

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