Michael J. Fox
El famoso actor protagonista de “Volver al Futuro” dejó su carrera a los 29 años de edad, cuando le fue diagnosticado parkinson. Por si no fuera suficiente, después de padecer la enfermedad por cuatro años, se le detectó, a través de una resonancia magnética, que tenía un tumor en la médula espinal.
“Cuando me diagnosticaron la enfermedad de Parkinson en 1991, mi mujer, Tracy, y yo aún no habíamos cumplido los 30, estábamos recién casados, teníamos una hija pequeña. Han pasado 30 años y a estas alturas estoy hecho a la enfermedad, más o menos. Hace tiempo que asumí que no tengo el control sobre mi cuerpo. Comprendí que lo principal era hacer acopio de adaptabilidad y resiliencia. Pero, por si no bastara con el parkinson, una reciente resonancia magnética ha confirmado el temor que llevaba largo tiempo alimentando: “tengo un tumor en la médula espinal que amenaza con dejarme paralizado más pronto que tarde”, relató el actor en sus memorias.
Sin embargo, el actor se sometió a una complicada cirugía que dio resultado. El tumor no va a volver a crecer. La médula espinal está limpia de asquerosidad. “Las cosas no pueden haber salido mejor”, relata en su libro.
Han pasado dos años desde la operación y el tumor no ha reaparecido. Fox se las arregla para seguir adelante con sesiones semanales de fisioterapia. Tiene que seguir lidiando con el avance del párkinson, pero por suerte no tiene otros problemas de salud.