Esta decisión "no tiene ningún impacto en la capacidad del club para entrenarse y disputar partidos", se puede leer en el breve comunicado.
El jueves, el gobierno británico anunció nuevas sanciones contra varios empresarios rusos, entre ellos el millonario Roman Abramovich, propietario del Chelsea desde 2003 y cuyos activos fueron congelados.
Esta medida, tomada en base a las presunta vinculación de Abramovich con el presidente ruso Vladimir Putin, que ordenó la invasión militar de Ucrania, estaba acompañada de una autorización por el club para proseguir su actividad, pero con importantes restricciones.
El Chelsea no puede vender entradas para sus partidos, ni artículos de mercadotecnia, y tampoco puede fichar jugadores ni renovar los contratos de sus futbolistas en nómina.
La venta del club, decidida por Abramovich antes de la congelación de sus activos, podría efectuarse, pero la luz verde del gobierno a la operación estaría condicionada a que el oligarca no obtuviese ningún beneficio.
Abramovich se comprometió durante el anuncio de la venta del club, el 2 de marzo, a que el dinero fuese destinado a una fundación de ayuda a las víctimas de la guerra en Ucrania.
A lo largo de los años, el millonario ruso de 55 años invirtió 1 mil 800 millones de euros (1 mil 960 millones de dólares) en el club bajo su presidencia, y conquistó 19 títulos.