Esta fue la primera aparición pública de Djokovic desde su regreso forzoso a Serbia y le sirvió al tenista para agradecer al jefe del Estado el apoyo que le ofreció durante su batalla jurídica contra las autoridades australianas en su objetivo de intentar quedarse en ese país para ganar un décimo título en Melbourne.
Tras haber obtenido en un primer momento el visado para ingresar en Australia, gracias a un certificado que acreditaba que el tenista serbio había contraído el covid un mes antes del torneo, Djokovic, que no se ha vacunado contra el coronavirus, fue expulsado por el gobierno Australiano, tras 10 días de culebrón judicial, por suponer un "riesgo sanitario”.
La Fiscalía serbia anunció el miércoles que los resultados de los test PCR aportados por Djokovic con el fin de obtener la derogación para ingresar en territorio australiano eran "válidos", pese a las sospechas de fraude levantadas por algunos medios.
El Abierto de Australia fue finalmente ganado por el español Rafael Nadal, logrando su 21º Grand Slam, un hito histórico al que también aspiraba Djokovic, que suma 20, los mismos que el suizo Roger Federer.
Desde que tuvo que regresar a su país el 17 de enero, Djokovic apenas ha aparecido en público y no ha realizado declaraciones.