El número uno mundial de la ATP, el serbio Novak Djokovic, fue declarado este viernes ciudadano de honor de un pequeño pueblo de Montenegro, dos semanas después de que fuera deportado de Australia debido a su estado de vacunación.
Varios centenares de personas se congregaron frente al Ayuntamiento de Budva, un balneario situado a orillas del Adriático, para trasmitir en persona su apoyo al serbio, de 34 años.