La inusual popularidad de Boba Fett entre los warsies ha sido debatida hasta el cansancio. Después de todo, hablamos de un personaje cuya presencia en pantalla durante la Trilogía Original de Star Wars es de apenas seis minutos y 32 segundos, que sólo tiene cuatro líneas de diálogo en estas mismas películas y cuyo peso narrativo no tiene nada que ver con el de otros héroes y villanos de la galaxia lejana. Nada de esto le ha impedido ser un favorito del público por generaciones.
Hay quienes lo atribuyen a su franca rivalidad con Han Solo, así como a la destreza mostrada para capturarlo. También a la osadía con la que planta cara a Darth Vader en un momento de máxima tensión. Otros creen que se debe a la alta calidad de su juguete original Kenner, con un diseño superior al de otros personajes que invariablemente le convirtió en la pieza predilecta de muchos niños. Pero la gran mayoría, incluyendo sus propios creadores, lo asocian al aura de misterio que le rodea al tratarse de un individuo tan silente como letal, del que no sabemos nada y que nunca muestra su rostro.
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Sea cual sea la razón, esta popularidad no pasó desapercibida para los altos mandos de Lucasfilm en los distintos regresos a la franquicia a lo largo del siglo XXI. Esto incluye la creación de una historia de origen en Episodio II: El ataque de los clones, así como una inmersión en su cultura con la serie animada The Clone Wars y en la posterior live-action The Mandalorian donde tuvo una aparición especial que fue sumamente celebrada por los fans.
Ahora los esfuerzos continúan con El libro de Boba Fett que explica la supervivencia del guerrero tras ser devorado por el sarlacc en Episodio VI: El regreso del Jedi y aborda sus aventuras tras la caída del Imperio. Los antecedentes podrían hacer pensar que el éxito del show está garantizado, pero lo cierto es que la exploración del mejor cazarrecompensas de la galaxia suele tornarse más desafiante de lo que muchos podrían pensar.
Reescribiendo la historia
Ahondar en Boba Fett nunca ha sido sencillo, pues cada profundización parece atentar directamente contra la esencia que lo hizo popular en primer lugar. En el caso de El libro de Boba Fett, las dudas recaen en torno a la naturaleza del personaje titular, pues ¿estaremos ante el frío y calculador villano que conocimos en la Trilogía Original o ante un individuo ansioso por encontrar la paz y la redención tras una vida marcada por el conflicto?
“Jabba gobernaba con miedo”, asegura el cazarrecompensas, “yo planeo gobernar con respeto”. Las palabras del personaje han hecho pensar que uno de los individuos más mortíferos de toda la saga será despojado su villanía para convertirse en un antihéroe. Un cambio con el que se intentaría favorecer el acercamiento a un público masivo, pero que bien podría generar confusiones con Din Djarin también conocido como Mando y que ha sido señalado como un nuevo intento de Disney por suavizar adversarios icónicos, siendo Loki y Cruella ejemplos de ello. Pero esto no es del todo cierto.
Si hay algo que ha caracterizado al mundo creado por George Lucas es la complejidad de sus personajes y aunque el rol de Boba Fett en cine fue mínimo, su legado creció a partir del Universo Expandido integrado por arcos y personajes complementarios dentro de la mitología warsie. De hecho fueron estas historias las que le permitieron alcanzar su máximo potencial, lo que incluyó enfrentamientos directos con Darth Vader, el entrenamiento de Jaina Solo hija de Han e incluso alianzas con los Jedi en la lucha contra adversarios comunes. Aunque estas historias fueron suprimidas del canon tras la compra de Star Wars, todo apunta a que el estudio ha preservado buena parte de su esencia para la exploración definitiva del cazarrecompensas. ¿Lo abrazará la audiencia general que no está bien familiarizada con estos viejos arcos? El tiempo lo dirá, pero los antecedentes no son los más favorables.
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La compleja adaptación de Boba Fett
Lucasfilm y los aficionados empezaron a darse cuenta de lo difícil que era abordar a Boba Fett cuando en El ataque de los clones le dio un rostro que terminó con su viejo secretismo. A esto sumemos que si bien Temuera Morrison y Daniel Logan, quienes dieron vida al padre/material fuente Jango Fett y al hijo/clon Boba, son de origen neozelandés, sus rasgos físicos hicieron que una parte importante del público y la crítica los visualizara como latinoamericanos y los convirtiera en símbolos de la explosión latina en la unión americana. Una lectura que fue desechada hasta el cansancio.
En el lado netamente narrativo, el grueso de los aficionados encontraron decepcionante que Jango nunca mostrara las cualidades que convirtieron a su hijo/clon en uno de los guerreros más temidos de la franquicia, que el mismo personaje fuera la base genética de un ejército clónico que ha generado mofas hasta el cansancio y que la película sentara las bases de una rivalidad con Obi-Wan Kenobi y Mace Windu que no fue siquiera referida en el Episodio III: La venganza de los Sith. Toda esta construcción fue complementada en el terreno animado, lo que invariablemente limitó su acercamiento al grueso del público.
Varios años más tarde, Walt Disney quiso corregir el rumbo con una cinta individual centrada en la juventud del personaje. Los rumores daban casi por hecho que el proyecto sería protagonizado por Michael B. Jordan y especulaban sobre las posibilidades de una trilogía o de un enlace con la Han Solo: Una historia de Star Wars. Los planes nunca se concretaron, ya fuera por la mala recepción del spinoff, los tibios resultados de la tercera trilogía o por las dudas de los aficionados que nunca se mostraron realmente convencidos al respecto.
Las sensaciones con El libro de Boba Fett han sido distintas. Si bien el título sigue generando recelo en algunos sectores de la audiencia, los buenos resultados de The Mandalorian y su conexión directa con el popular show, no sólo en narrativa sino también en su creador Jon Favreau, le han valido el beneficio de la duda. A esto sumemos la siempre bien recibida continuidad, pues aunque Jeremy Bulloch siempre tendrá un lugar especial entre los aficionados como el cazarrecompensas original, lo cierto es que Temuera Morrison se ha afianzado como el rostro del personaje.
El libro de Boba Fett se ha abierto y sólo queda esperar para conocer sus secretos. Las revelaciones serán decisivas para la recepción del show, el futuro de la franquicia y para la ascensión del propio Boba Fett, tanto en la siempre creciente galaxia lejana como en el imaginario colectivo de una comunidad warsie que ha encontrado en el terreno de las series nuevos motivos para seguir creyendo en la Fuerza.