La nueva película de Guillermo del Toro, "Nightmare Alley", ambientada en un macabro mundo carnavalesco de la década de 1940, es una parábola moderna sobre la ilusión, la mentira y la codicia, dijeron el director e integrantes del elenco.
El filme, que se estrena este viernes, es el primero de Del Toro desde la ganadora del Oscar "La forma del agua", y está protagonizado por Bradley Cooper como un "lector de mentes" que estafa a sus ricos clientes montando farsas en sesiones de espiritismo.
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El equipo de Del Toro construyó un escenario de carnaval a gran escala de la época de la Segunda Guerra Mundial, reviviendo "espectáculos geek" en los que vagabundos debían realizar actos horripilantes obligados por empresarios que se aprovechaban de su adicción al alcohol o al opio.
"Es una acusación a cierto tipo de capitalismo, a cierto tipo de explotación de otras personas para tu propia felicidad", dijo el coprotagonista Willem Dafoe, quien interpreta al presentador de carnaval Clem Hoately.
"Era un mundo hermoso para explorar, aunque un poco oscuro", agregó durante una conferencia de prensa.
La historia, basada en una novela de William Lindsay Gresham y previamente adaptada al cine en 1947, está centrada en el misterioso Stan Carlisle, interpretado por Cooper, que se suma a una compañía de carnaval y aprende rápidamente el arte del mentalismo.
Tras cansarse de engañar a los clientes comunes a través de mensajes codificados a su asistente Molly (Rooney Mara), Stan se une a la psiquiatra y mujer fatal Lili (Cate Blanchett) para atrapar a clientes millonarios con promesas de que puede contactar a sus seres queridos fallecidos.
"Hay un vacío en él y una necesidad de más, más y más que encuentro pertinente" con el mundo de hoy, dijo Del Toro, quien eligió a Cooper en parte "porque parece una estrella de cine de los años '30 y '40", señaló.
En "Shape of Water" ("La forma del agua"), que ganó el premio a la mejor película y al mejor director en los Oscar de 2018, Del Toro evocaba el racismo a través de un romance entre una mujer y un extraterrestre en un laboratorio militar de la Guerra Fría.
De igual manera, el maestro del terror mexicano quiso "imbuir" su última película "de la ansiedad de esta época".
"No queríamos hacer una película sobre la época. Queríamos hacerlo sobre el ahora", dijo. "Este momento esencial en el que estamos, en el que tenemos que distinguir la verdad narrativa y la mentira narrativa de la realidad, es muy importante"."