A falta de una Copa Confederaciones la nación anfitriona necesitaba probar sus instalaciones, logística y capacidad de reacción ante un evento deportivo que atraerá a entre 1 millón y 1.3 millones de aficionados a una ciudad con cerca de 2.8 millones de residentes, según cifras de la FIFA.
Solamente de México se esperan 40 mil personas, una de las aficiones más nutridas con disposición a asistir al mundial de Qatar
La Copa Árabe y el sueño qatarí
En este ensayo se dio la Copa Árabe, un evento que convocó a 16 selecciones desde Marruecos hasta Omán, en la que el anfitrión vería su nivel competitivo regional y luciría toda su infraestructura con sus vecinos.
Los más potentes de esta copa son Argelia, Egipto y Túnez, tres selecciones que vimos antes en copas mundiales y algunos jugadores destacados en ligas europeas.
Luego de una clasificación prácticamente accidental de Túnez sobre Egipto, luego de que los faraones cayeran 1-0 por un autogol en los últimos minutos, los tunecinos se convirtieron en finalistas, esperando el resultado entre Argelia y los locales.

El gran estadio Al Thumama está diseñado con inspiración en el gahfiya, el gorro tradicional que llevan los musulmanes bajo el turbante. El recinto estaba muy cerca de su capacidad máxima para 40 mil espectadores.
Una nutrida hinchada argelina hacía notar su coordinación y experiencia en encuentros internacionales, ataviados con la casaca verde, tambores y cánticos que elevaron a favor de su oncena que buscó la final desde un principio. Cerca del 30% de la entrada daban soporte a los argelinos, que si bien muchos de ellos radican en Doha son fieles a sus colores del Magreb.