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Aciertos y errores en el Spider-Man de Tom Holland

La incorporación arácnida al Marvel Cinematic Universe ha sido un sueño, pero no todo ha sido perfecto.
mié 15 diciembre 2021 06:27 AM

Marvel Comics ha dado grandes héroes y villanos en sus más de 80 años de historia, pero si hay un personaje que ha definido el rumbo de la casa editorial es Spider-Man. Su popularidad resulta especialmente curiosa si consideramos que no es el guerrero marvelita más añejo ni mucho menos el más poderoso. De hecho es bastante limitado si lo consideramos con muchos otros. Tampoco es el más adinerado. Todo lo contrario, pues en más de una ocasión ha enfrentado problemas económicos que han puesto en aprietos su vida personal. Peor aún es que estas mismas dificultades le obligan a trabajar para un jefe que en muchos aspectos resulta detestable. ¿Cómo fue que un personaje tan imperfecto terminó convirtiéndose en toda una insignia de un mundo habitado por dioses y superhombres?

Por extraño que parezca, fueron todas estas flaquezas las que así lo hicieron posible. Y es que a diferencia de tantos personajes que deambulan cerca de la perfección, Spider-Man, o Spidey como es referido con cariño por tantísimas personas, fue concebido como alguien tan normal que resulta imposible no sentir algún tipo de identificación. Después de todo hablamos de un joven que continuamente debe hacer malabares para sacar adelante sus estudios, su trabajo y su vida familiar, y cuya única anomalía fue haber sido mordido por una araña radioactiva que le dio poderes sobrehumanos.

Ni siquiera estas complicaciones le hacen perder el sentido del humor. Y no sólo eso, sino que también es uno de los héroes más carismáticos, pues más de uno ha padecido sus bromas, muchas de las cuales se dan en medio de durísimas batallas. A esto sumemos que la gran mayoría de sus aventuras han ocurrido de manera individual, lo que para nada le ha impedido formar alianzas con Vengadores, Cuatro Fantásticos o X-Men entre muchos otros grupos marvelitas.

Todo esto ha convertido a Spider-Man en un ídolo y un sueño para millones de aficionados, pero también en un enorme desafío para cada una de sus adaptaciones cinematográficas. La de Tom Holland no sólo no es la excepción, sino que representa el mayor reto en toda la filmografía arácnida al integrar al personaje a un mundo infinitamente más complejo que el de sus antecesores. Ahora que su primera trilogía llega a su fin con "Sin camino a casa", es bueno momento para repasar todos los aciertos y errores de esta encarnación.

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Los aciertos del arácnido

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. La premisa arácnida por excelencia no ha sido mencionada de manera tan frecuente en la saga de Tom Holland, pero sí que se ha manifestado en el tratamiento de Marvel Studios. A diferencia de las franquicias anteriores, la de Kevin Feige omitió una historia de origen que, más allá de las variantes, ya es bien conocida por todos. En vez de ello, limitó la presentación a una charla de reclutamiento con Iron Man que selló la introducción de la araña al Marvel Cinematic Universe.

El suceso fue histórico, no sólo para la franquicia, sino para toda la industria cinematográfica con dos majors como Sony y Disney llegando a un acuerdo sin precedentes que ha resultado en un verdadero deleite para los aficionados. Porque aunque la saga marvelita ya había demostrado su potencial, la adición del héroe insignia de la casa editorial le concedió un valor agregado que no ha dejado de crecer desde entonces. Y el estudio no ha dejado de aprovecharlo.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad

Mucho antes de que la Saga del Infinito siquiera se acercara a su fin, Marvel Studios se debatía sobre quién sería la nueva piedra angular de la franquicia. El señalado por excelencia era Doctor Strange, propiciado además por los rumores que vinculaban a Johnny Depp y Joaquin Phoenix con el papel. Las dudas terminaron con Peter Parker, lo que se evidenció con su franca cercanía a Iron Man quien inmediatamente lo abrazó como un auténtico sucesor. Tanto así, que el propio Happy Hogan le dice que “no creo que Tony hubiera hecho lo que hizo si no hubiera sabido que tú estarías aquí después de que se hubiera ido”. Y vaya que así ha sido, pues desde entonces la araña ha fungido como el eje del nuevo gran conflicto central: el multiverso.

Fue referido por primera vez en Thor: Un mundo oscuro y mencionado en Doctor Strange, pero fue Spider-Man: Lejos de casa la responsable de su primera exploración. Aunque todo fue un engaño de Mysterio, las explicaciones fueron decisivas para que todos aquellos sectores del público que no conocían el concepto empezaran a familiarizarse con él. No pasó mucho para que Loki abriera las líneas alternas, pero la primera gran inmersión llega con Sin camino a casa que enfrenta a la araña con viejos conocidos de otras franquicias.

Existen buenas razones para pensar que esta tendencia continuará por un buen rato, ya que tanto Marvel como Sony han renovado su alianza para una nueva trilogía individual. A esto se suman los inminentes crossovers, siendo Secret Wars uno de los más rumorados y anhelados por los aficionados, pero también por los hermanos Russo. Los directores de Avengers: Infinity War y Endgame confesaron que sólo volverían a la saga para la adaptación de este arco, que como no podía ser de otro modo, da un enorme peso a Spider-Man.

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Atrapado en la telaraña

La relación entre Iron Man y Spidey no ha estado exenta de consecuencias. La primera surge de la omisión del tío Ben, cuya ausencia no sólo nos privó de conocer sobre el poder y la responsabilidad, sino que atentó directamente contra la mitología arácnida. No está de más recordar que el Peter Parker impreso es sólo un adolescente cuando obtiene sus habilidades y que lejos de aprovecharlas para el bien, decide emplearlas para su beneficio propio, lo que desemboca en el asesinato de su figura paterna. Esto hace que los motivos tras el Spidey de Tom Holland sean inciertos, al grado que por momentos pareciera que su lucha no comienza por iniciativa propia, sino para imitar a sus ídolos los Vengadores.

Más grave aún ha sido el hecho que, desde que fue acogido por Tony Stark, los problemas económicos del personaje desaparecieron instantáneamente. Tal vez Peter Parker nunca será el dueño de una fortuna, pero tampoco tendrá que preocuparse por las cuentas como hiciera la araña de Tobey Maguire que apenas tenía para pagar el alquiler. Ni qué decir del vestuario, que originalmente fuera confeccionado por el propio héroe y que en su más reciente versión cinematográfica no es sino otra armadura. Decisiones que atentan contra la concepción original del personaje, acercándolo más a la esencia de Iron Man que del propio Spider-Man, y que invariablemente resultan en un distanciamiento de sus valores más primarios y con ello de un público que cada vez lo siente más ajeno.

Pero si hay algo que nos ha enseñado el MCU en sus más de diez años de historia es su capacidad para corregir el camino y no hay razón para pensar que el amigable vecino Spider-Man será la excepción. Con el multiverso abierto y una nueva trilogía en puerta, el futuro es más prometedor que nunca.

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