Marvel Comics ha dado grandes héroes y villanos en sus más de 80 años de historia, pero si hay un personaje que ha definido el rumbo de la casa editorial es Spider-Man. Su popularidad resulta especialmente curiosa si consideramos que no es el guerrero marvelita más añejo ni mucho menos el más poderoso. De hecho es bastante limitado si lo consideramos con muchos otros. Tampoco es el más adinerado. Todo lo contrario, pues en más de una ocasión ha enfrentado problemas económicos que han puesto en aprietos su vida personal. Peor aún es que estas mismas dificultades le obligan a trabajar para un jefe que en muchos aspectos resulta detestable. ¿Cómo fue que un personaje tan imperfecto terminó convirtiéndose en toda una insignia de un mundo habitado por dioses y superhombres?
Por extraño que parezca, fueron todas estas flaquezas las que así lo hicieron posible. Y es que a diferencia de tantos personajes que deambulan cerca de la perfección, Spider-Man, o Spidey como es referido con cariño por tantísimas personas, fue concebido como alguien tan normal que resulta imposible no sentir algún tipo de identificación. Después de todo hablamos de un joven que continuamente debe hacer malabares para sacar adelante sus estudios, su trabajo y su vida familiar, y cuya única anomalía fue haber sido mordido por una araña radioactiva que le dio poderes sobrehumanos.
Ni siquiera estas complicaciones le hacen perder el sentido del humor. Y no sólo eso, sino que también es uno de los héroes más carismáticos, pues más de uno ha padecido sus bromas, muchas de las cuales se dan en medio de durísimas batallas. A esto sumemos que la gran mayoría de sus aventuras han ocurrido de manera individual, lo que para nada le ha impedido formar alianzas con Vengadores, Cuatro Fantásticos o X-Men entre muchos otros grupos marvelitas.
Todo esto ha convertido a Spider-Man en un ídolo y un sueño para millones de aficionados, pero también en un enorme desafío para cada una de sus adaptaciones cinematográficas. La de Tom Holland no sólo no es la excepción, sino que representa el mayor reto en toda la filmografía arácnida al integrar al personaje a un mundo infinitamente más complejo que el de sus antecesores. Ahora que su primera trilogía llega a su fin con "Sin camino a casa", es bueno momento para repasar todos los aciertos y errores de esta encarnación.