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El tenis no fue tan blanco en 2021

Diversos escándalos pusieron a la WTA y la ATP en el centro de la conversación durante todo el año, pero no con el deporte como prioridad.
lun 13 diciembre 2021 08:25 AM
Naomi-Osaka-Tenis
La tenista Naomi Osaka protagonizó uno de los momentos más complejos para el deporte blanco durante los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020.

Más allá de lo ocurrido en las canchas del mejor tenis mundial, más allá de la prolongada ausencia de Roger Federer, de la supremacía que Novak Djokovic mantienen en el circuito varonil, del resurgimiento de Garbiñe Muguruza y el dominio de la cima del ranking femenil por Ashleigh Barty, lo que rodeó al tenis y su espectacular dinámica llenó más portadas.

Pocos años han traído tantos escándalos al mundo del tenis como el 2021. Denuncias, conflictos, suspensiones, protocolos obsoletos y múltiples declaraciones alrededor de estos casos marcaron al año como uno turbulento para el tenis profesional.

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Particularmente el segundo semestre del 2021 abrió conversaciones difíciles en los máximos circuitos del deporte blanco. Durante Roland Garros, los cuestionamientos acerca de cómo es el tratamiento de la salud mental de los tenistas, por parte de la WTA y la ATP, explotó gracias al caso de Naomi Osaka.

La ex número uno del mundo se retiró en el certamen francés, luego de no sentirse apta en lo mental, y las críticas de la prensa, multas del circuito profesional y otras reacciones, propiciaron que la charla pusiera en evidencia un hueco dentro del protocolo de la WTA, en principio, y el deporte profesional en general.

Después de ser eliminada en la tercera ronda de los Juegos Olímpicos, Osaka decidió ausentarse por el resto de la temporada. El 6 de noviembre anunció en redes sociales que estaba de vuelta en los entrenamientos, por lo que su regreso a las canchas seguramente llegará en las primeras paradas del tour en 2022.

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WTA rompe relación con China

En la recta final de este año, China protagonizó uno de los casos más vergonzosos de la historia reciente del tenis. La jugadora Peng Shuai, originaria de Hunan, dio a conocer el 2 de noviembre que había sido víctima de abuso sexual por parte del ex viceprimer ministro de China, Zhang Gaoli, hace por lo menos siete años.

El mensaje de la tenista, compartido en la red social china Weibo, fue eliminado unos 20 minutos después de su publicación.

A partir de esta noticia, las posturas de la WTA (organización reguladora del tenis profesional femenil), las autoridades chinas, otros jugadores y más, han volcado la atención de esta disciplina lejos de las canchas.

El gobierno chino y sus representantes, en distintas oportunidades, intentaron restar importancia a las declaraciones de Peng Shuai, y una investigación seria nunca fue considerada por las autoridades correspondientes.

El paradero de Shuai fue desconocido por varios días, posterior a sus denuncias. Un mail distribuido supuestamente en su nombre retractaba las declaraciones en contra del funcionario de alto rango y ofrecía disculpas, por lo que la alarma de censura y manipulación comenzó a esparcirse entre la prensa internacional.

El 21 de noviembre, Shuai se reunió de manera virtual con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, y otros miembros de dicha organización. La llamada tenía como objetivo demostrar que la tenista se encontraba libre, en casa y sin presiones gubernamentales. En dicha comunicación, la tenista declaró a Bach que "quería que su privacidad fuera respetada en estos momentos". La actitud, justo después de que Shuai había decidido hablar y hacer público su caso, no resultó congruente para el Comité, ni para la WTA, que tomó medidas sin precedentes.

Todos los torneos que la WTA tenía agendados para el siguiente año en China y Hong Kong quedaron cancelados, como lo comunicó esta organización el 1 de diciembre. "El mensaje de Peng Shuai debe ser escuchado y tomado con seriedad. En China, el mensaje de Shuai fue borrado de internet y ha sido censurado", se lee en el comunicado de la WTA. Las reacciones del Comité Olímpico Internacional, así como de diversas asociaciones en pro de los derechos humanos y muchos tenistas profesionales, aplaudieron la decisión de la WTA y abogan por la libertad de expresión en China.

En los primeros días de diciembre, el propio COI anunció que sostuvo una segunda llamada con la tenista china, para disuadir las dudas más severas respecto a las condiciones actuales de la atleta.

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Otras turbulencias

Más situaciones oscuras ensuciaron el año para el tenis profesional. En Sao Paulo, durante el Challenger local, se hizo público que uno de los participantes había sido aceptado a pesar de ser un caso positivo de Covid-19.

El tenista Felipe Meligeni se había hecho una prueba de hisopado un jueves, dio positivo, y el viernes disputó el partido de cuartos de final ante el argentino Andrea Collarini, sin ninguna restricción. Este caso rápidamente se viralizó y provocó los cuestionamientos de la comunidad internacional sobre los protocolos del ATP.

Otro de los problemas que cimbraron al tenis durante la temporada, fueron las acusaciones en contra del número tres del mundo, Alexander Zverev. Una expareja sentimental del joven tenista lo denunció por maltrato, lo que ocasionó que una investigación formal se abriera dentro de la ATP.

Hasta la fecha, no ha habido resolución formal de la investigación, y Zverev se convirtió en campeón olímpico durante Tokio 2020.

Sin duda, el 2021 fue uno de los años más turbulentos para el tenis en general. La resaca pandémica, el foco deportivo en los Juegos Olímpicos, la poca flexibilidad demostrada en casos puntuales y una disposición un tanto renuente al cambio, tienen al circuito profesional inmerso en debates y conversaciones que poco tienen que ver con los reveses, los drop shots y esos saque as que emocionan a la gradas de cualquier recinto.

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