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Sebastián Zurita y el reto de incorporarse a 'Luis Miguel, La Serie'

Sebastián Zurita se integra a la tercera temporada de 'Luis Miguel, La Serie' como Alejandro Gallego Basteri, continuando con el papel de Juanpa Zurita.
mar 26 octubre 2021 06:00 AM

Netflix está a días de estrenar la tercera temporada de Luis Miguel, La Serie, y con ella viene un nuevo elenco para dar vida a algunos de los personajes que ya conocemos. Entre ellos se encuentra Sebastián Zurita, quien relevará a Juanpa Zurita para darle vida al hermano de Luis Miguel, Alejandro Gallego Basteri. Platicamos con Sebastián Zurita sobre su incorporación al cast de Luis Miguel, La Serie.

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Estamos a nada del estreno de la tercera temporada de Luis Miguel, La Serie. ¿Qué podemos esperar de esta etapa?

Viene una temporada bastante interesante, con muchos cambios, con un elenco nuevo, por así decirlo, y la verdad es que va a estar bastante divertido porque se cierran todas estas vertientes que se abrieron con respecto a la vida de Luis Miguel, con lo que ha pasado, con todos los secretos. Se empiezan a cerrar como muchas, muchas de las de las cosas que se abrieron, y creo que la gente que lleva ya tres viendo esta serie se quedará con un buen sabor de boca.

Tú has sido famoso prácticamente desde que naciste y estás participando en una serie que se trata de un personaje que vivió algo muy similar, aunque en otras dimensiones. ¿Cómo ha sido para ti este trabajo en este sentido?

Me han preguntado mucho si mi opinión sobre Luis Miguel había cambiado, y más bien creo que ha solidificado. El nacer en un mundo del espectáculo para él fue ser un ídolo de chiquito, ¿sabes? Mantener ese status en un mundo tan difícil como nuestro medio es muy complicado y puede ser bastante golpeador de alguna manera, en muchos sentidos, tanto personales como de privacidad como de tener que mantener siempre vigente. Es un sentido de competencia bastante fuerte, desde muy chico mantenerlo, y luego, en su caso, llegar a un nivel de superestrella, como él es muy complicado. Yo al nacer en una familia de gente famosa, si lo quieres llamar así, también entras a un mundo y a un juego que nadie te preguntó si querías jugar. Es complicado de repente saber que eres una figura pública sin haber hecho nada en tu vida. Cuando eres un niño es difícil entender, y a veces creo que puedes ir para los dos lados. Mis papás lo hicieron muy bien en tener una familia muy sólida y en dejarme ser un niño y alejarme lo más posible del medio para poder disfrutar una niñez, que creo que fue la que Luis Miguel perdió. De repente empiezas a encontrar otro tipo de cosas mucho más distintas y más complicadas en la vida.

Más allá del cambio de actores, ¿cómo sientes que ha cambiado la forma de abordar a Alex, tu personaje, en esta temporada?

Justo esa era una de las preguntas que yo tuve cuando me estaba integrando el proyecto, porque pues de alguna manera cuando yo entraba en la temporada tres también se estaba filmando la dos, entonces yo no sabía qué había pasado en la segunda ni qué estaban haciendo. Una de mis pláticas con el productor y con Beto, que era el director, era ver hacia dónde lo llevamos, qué hacemos. Y más bien fue un poco más hacia la necesidad del personaje, porque a partir de la 3, la parte donde entró yo, mi personaje toma otro tipo de mando en la vida de Luis Miguel y pivotea de otra manera, porque antes el niño chico que era cuidado por Miguel y de repente era su persona más cercana, pero no lo veías ya en una manera más madura. Conmigo es este balance de un tipo que sí vive a la sombra de Luis Miguel, hay cierto resentimiento hacia esa sombra, pero al mismo tiempo sabe que es la persona que le ha dado un cierto tipo de vida, lujo, y sigue siendo, quieras que no, famoso por ser el hermano de Luis Miguel y no por sus propias cosas. Pero al mismo tiempo, él es el ancla más sólida hacia una realidad familiar y estructural sobre Luis Miguel. En la temporada 3 es el que prácticamente le está poniendo unos “estate quietos”. Sin embargo, lo tiene que hacer de una manera en la que tiene que estar buscándole para que no se lo eche en contra, porque es prácticamente su vida como hermano de Luis Miguel se acabaría, y al mismo tiempo tiene que cuidarlo y tratar de aconsejarlo pero no contrariarlo. Fue complicado eso, sinceramente, porque en las escenas uno quiere cierta confrontación y aquí era le tenías que dar la vuelta porque no ibas a ganar nunca. Eso era lo complicado.

En la primera temporada sé que varios actores pudieron hablar con los actores reales. ¿Tú platicaste con Alex? ¿Cómo logras una mezcla entre interpretar a la persona real pero también meter tu propia visión del personaje?

Le pegaste a lo complicado de hacer a alguien que todavía existe. Siento que dentro de todo, de este tipo de personas solamente conocemos el lado público y lo que ellos quieren que veamos de alguna manera, lo que de repente sale en los medios porque los cacharon haciendo alguna tontería, pero esas no son las personas de verdad. Busqué mucho sobre Alex, y era impresionante que no había nada. Eran las mismas diez entrevistas una y otra vez. Entonces pedí una junta con el equipo de la serie porque necesitaba algo más real. Tuvimos varias pláticas y fui a comer con Diego y con Beto y con el productor, Pablo. Les decía: “platíquenme todo lo que que no sé. Me mandaron unos archivos, ciertas cosillas, pero la idea que, como no lo conocemos tanto, la idea que hay de él no era la que estábamos viendo en la serie. Ahí tú ves la vida privada de Alex con Luis Miguel, no esta vida pública donde él se pavonea y llega a un lugar así de: “yo traigo este rollo”, ¿sabes? Aquí es un tipo muy sumiso pero al mismo tiempo con un colmillo bastante interesante. Es es el que trata de mantener a Luis Miguel siempre con la familia, pero era difícil. Creo que más bien es una interpretación de cómo yo pensé que este tipo –por lo que me platicaron y por lo que conocieron Diego y las personas que sí estuvieron más en contacto con ellos–, a mi manera y muy distinto a como soy yo, porque hay varias escenas de confrontamiento con con Diego y era bien difícil porque también como actor quieres hacer ciertas cosas y te dicen: “No, no, no, no, no, no, no, no, sí este tipo le levanta la voz a Luis Miguel, lo deshereda”. Era interesante porque jugábamos a hacer las dos, tres versiones y luego me decían que lo hiciera como yo lo haría. Siempre es complicado cuando juegas a estos personajes, porque ellos están muy pegados al hueso y tienes que buscar ahí algo de jiribilla porque las escenas son complejas.

Hay un reto más porque no sólo estás interpretando a una persona real, sino a un personaje que ya fue interpretado por alguien más (Juanpa Zurita) en la serie. ¿Cómo funciona eso en cuestión de continuidad?

Ahí es donde te digo que está lo complicado, porque en la tres va a haber partes donde vamos, a donde estamos los dos, y son cosas que yo no pude ver, que nadie más ha visto. Ahí Beto me decía hacia dónde jalamos y hacia donde no, y la idea es que sí fuera diferente a Juanpa. Más allá de la edad, era porque había un brinco de tiempo donde tenías que ver otro tipo de madurez y donde los dejos del personaje existen porque están escritos. Pero sí creo que la idea era tomar otro tipo de personalidad completamente distinta y más original –no por demeritar a nadie, al revés–, hacia mí. Sí fue algo que platiqué, algo que le pregunté a Beto, y me dijo: “no, yo quiero que tú seas como un punto y aparte de lo que ya se hizo y vamos a entrar como a este nuevo universo con los adultos”. Esa libertad para trabajar que está padre, pero al mismo tiempo tengo un director detrás que lleva tres temporadas y que sabe perfectamente delinear todo. Ahí sí me sentía muy cuidado actoralmente, porque había un director que sabía todo lo que se tenía que hacer. Estás entrando a algo nuevo; eso es lo complejo de algo que ya se hizo entonces o que se está haciendo en el momento en que tú estás haciendo la tres, y que no sabes el gap de la evolución de la dos. Entonces es interesante.

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